La justificación de todos los hechos y desechos de esta vida se resumen a
por-qué no(?). Arrastrarse por mi cabeza es como recoger los restos de la conciencia que aún no ha dado tiempo a desterrar. Cuando suelto algo, un poco, me libero. Es decir cuando cuento mi historia, la bola que me ronda por la mente en este día, en aquel, entonces dejo un poco de todo eso en la otra persona y ya no importa tanto.
Y después, aparte, lejos de todo...sueño.