domingo, 31 de enero de 2010

Ya se han confirmado mis temores.

Esta forma de vivir, cabeza abajo, con el mundo al revés. Estas mañanas frías y ardientes de mí, estas tardes pesadas y largas y estas noches de luna llena, o entera, mirando hacia mí. Resurgo de tí, que solo estás, pero me sirve, y espero siempre, siempre espero no querer más que esto, no avanzar ni hacer florecer desalientos, ni un suspiro de más. Sólo quiero de tí que estés siempre, que nunca te vallas, que me salves cincuenta veces más, sin quererlo y sin saberlo apenas. Me sonreirás, como siempre, y con esa forma tuya de quitarle importancia a todo me besarás en la mejilla, yo reiré y esa risa llenará mis días de carcajadas volubles. Mentes unidas, fundidas, vibrantes, parpadeantes entre sí.

lunes, 25 de enero de 2010

Prendió la maleza como un retal.

Motivos o razones, preguntas con respuestas, sol de invierno y cielo azul sin nada que objetar. La gente y su mucho que decir. Diré que llegué hasta aquí con mis propios pies, pero miento. Estoy llena de promesas por cumplir y de susurros en alto, de huecos en el camino y de sonrisas calladas. Cursiva, retorcida y retórica. Intercambio de frases submarinas, cuando el viento deje de atusar mi sonrisa a su compás, viviré otra vez. Manos y tacto, me he gritado mil veces que estoy cansada de sentir, pero miento. Y mentir te hace ver la otra parte.

jueves, 21 de enero de 2010

Soy luna nueva fácil de partir.

Avenidas de emociones y asfalto, canciones de carretera. A tí te esperaba una chica. Esperas disimular, intentas engañar, y qué si gritan o lloran a más no poder. Viene y va, como siempre y como todo. Que no te extrañe verme rabiar o reír a mi antojo. Como hojas que danzan al viento así, nos elevará el viento/tiempo y nos hará rodar y rodar y rodar.

viernes, 15 de enero de 2010

Y allí me dí de bruces con gigantes.

Ahora, que nada espero y que nada tengo ya que añorar, ahora, hasta el mismo cielo asistirá a la cuenta atrás.
Pronunciando el verbo adecuado, o asistiendo a la mirada más fina, más larga, más dura, entonces todos atenderán. Ciencia infusa, quizás. De ocasión en ocasión, pongámonos en situación, tus ruinas son mi alimentación. Lo ambiguo y lo real. Sube a bordo y grita, el mundo te necesita.

domingo, 10 de enero de 2010

All your voices and all, all your choices.

Y yo grité ¡basta! y tú, asombrado, me miraste, diciendo que aún no habíamos empezado. Y tu mirada se deslizó por mis entrañas y mis ojos se pegaron a tus pestañas. Tus manos en mis manos, aliento sobre aliento y un segundo partido por doscientos.
Y ella dijo ''vete, o vuelve, o entiérrame aquí dentro'' y él, resignado, dió media vuelta y cayó en picado. Se volvió hacia atrás, admirando el pequeño trozo de corazón que se había dejado por el camino, y retorció el orgullo y lo aplastó.
Llevo aquí esperando más de lo que puedas o debas imaginar, he visto pasar cargas enteras de sueños y también he visto como esos sueños se convertían en polvo. He visto al reloj hacerme creer que las horas funcionan igual a pesar el paso atormentado del tiempo. He visto momentos de mi vida pasar, constantes, sin que apenas los viera reír. He visto como mi orgullo y como mis prejuicios se derretían unos más que otros y como las casualidades se amontonaban y después se acababan. Me he roto y me he visto crecer.
Todos tus pensamientos, tus actos, tus palabras, tus vocanadas de tiempo, te han visto aumentar de sentidos inevitablemente. Tengo testigos que afirman que te adoré lo suficiente como para no esperar más de tí que lo dice la prensa diaria.

viernes, 8 de enero de 2010

But it's never late.

Hacer por hacer, vivir por vivir, pasión por pasión, mi ritmo cardiaco al revés. Cada vez que me ves cruzo la pared. Vive por tí, hazlo por mí. Un sueño atado a otro sueño. Saberme extraña, sentirme dentro, vivirme hasta la médula. Con la certeza de que todo cambiará, de que todo y nada importa. Traduciendo relatividad a cien, a cero, buceando en cada esquina de mis segundos, corregidos por el aire. Las miradas esconden huellas y huellas de humanidad, pegada al alma, saboreo los delirios de oxígeno compartido. Acabo y empiezo, empiezo y acabo, el tiempo sucede. Por encima del peso del aire, palpo equilibrio, dentro de un pequeño desorden, siento que hay líneas marcadas que se acercan poco a poco, que algún día se fundirán pero que aún les falta tiempo, y eso es precisamente lo que a mí me sobra.
Se me cae el cielo a los pies y el hielo cubre mis zapatos.

Estoy de buen humor, sí señor.

No soporto los balances, ni los comentarios escondidosparaquelosencuentres. No soporto que me mires de reojo mientras piensas ''qué mala es, pobre de mí''. No soporto las estupideces ni los tanteos. No soporto que no me crean. Puedes creerte dura, o débil, pero ese es tu problema; puedes creer que el mundo va contra tí, pero el mundo no hace más que auto-beneficiarse, a nadie le importa lo que te duela o no. Puedes darle la vuelta a todo y malinterpretarlo cientodiez veces, hasta que te canses de pensar en el daño que todos te hacemos y en lo mucho que sufres tú. Cerrémonos, odiemonos, matemonos, ¡viva! ¡viva la sencillez!

lunes, 4 de enero de 2010

domingo, 3 de enero de 2010

Ráfaga de viento sideral.

Enciende, apaga. Luce, oscurece. Brilla, funde. Años luz, versos letales. Me he dado cuenta de que mi dosmilnueve ha sido un intermedio dentro de mi vida, ha sido un año a la deriva dentro de mi propio espacio-tiempo. Me he dedicado a cambiar todo de lugar cincuenta veces, a inquietarme, a buscarme, a encontrarme cerca. Han sido días y días de delirios en bicolor(y demás cuentos, y cuentos de más). Un año en vano, o quizá todo lo contrario, un año de relojes en pause. Lo he visto pasar sentada, aguardando, ausente pero inquieta, recibiendo pinchazos.
Gritarás; no te oiré. Es como el cuento de Pedro y el Lobo, o como cuando Rulo decía ''de tanto escuchar mentiras me he quedado sordo''. Acabaremos sordomudos de tanto gritarnos en vano. Nos precipitamos al principio de un precipicio.
Pienso, luego ¿existo?

viernes, 1 de enero de 2010

Los petardos que borran sonidos de ayer.

Churros, chocolate, gritos, litros, risas y globos por las paredes. No sé resumirme ni resumergirme, sólo sé que trescientossesentaycinco días me han servido para realizar todos los verbos en infinit(iv)o.
DosceroUnocero.