martes, 3 de agosto de 2010

Todo tu miedo en un puñado de polvo.

Esperas a que todos los recuerdos pasen como una ráfaga por tu cabeza y entonces comprendes. Y empiezas a repasar uno a uno todos los momentos. Te sientes estúpida y a la vez tan libre... Estúpida por creer que eras tú el problema y libre, libre por saber que no lo eras. Reconoces que sí, que estás encantada de escuchar esas palabras, pero que no, que nunca lo has sabido del todo. Piensas joder, ya está, se ha acabado... pero en fin, qué mas da, tampoco servía de nada. Pero eso no te tranquiliza, siempre has sido mucho, mucho más egoísta de lo que creías. Cierras tus ojitos y ríes, con esa risa nerviosa que aparece como para intentar salvarte del resto. En el fondo no sabes muy bien como sentirte. Y no, por una vez en tu vida no te echas a llorar y te lamentas. Recuerdas que te prometiste no hacerlo ya más. Nunca más.
Podrías hacer algo...

3 comentarios:

  1. me suena todo esto, me suena haberlo pasado...

    Muác.

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  2. podrías sonreír. mirar hacia delante. morir de daño tal vez, pero así, seguir un poco más.

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  3. Ese final me deja precisamente con el fin, pero el de las letras Z.
    Los dos puntos de vista, yo en esas circunstancias no sabia que hacer, A o B me parecían a cada cual peores..

    Vértigo echaba de menos esto. (L)

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