domingo, 6 de junio de 2010

Por qué, mi amor,

Por qué.
Traté de describir el tedio y la constancia, algunas cosas verdaderas, creí que duraderas. Conté hacia atrás para dormirte, y fracasé...
Tú me dedicaste el espacio, la cordura la lluvia caliente y húmeda, la historia de tu espera que viene a por mi las tardes de marzo.
Mira el pecho abierto, tu corazón inmóvil está a punto de partirse en millones de colores. Y vas a morir en este momento.

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