jueves, 15 de julio de 2010

Te ví en un escenario intentando disparar.

Sonreía sin quererlo y me miraba con aquellos ojos café. Giraba la cabeza intentando ocultar el sonrojo de sus mejillas. Y reía constantemente, derrochando en cada carcajada toneladas y toneladas de vida, haciéndome reír a su compás. Olía a vainilla y torcía los labios cuando no estaba de acuerdo. Era dulce, dulce. Y frágil, extremadamente frágil a pesar de que intentara ocultarlo siempre. A veces caía, de repente lo dejaba todo y yo me perdía con-sin ella.

3 comentarios:

  1. tanta contradicción y tanta belleza junta no es buena. mientras caiga, tu arrodillate.

    ResponderEliminar
  2. Me encantan las personas que huelen a vainilla. Y que son dulces y frágiles.

    ResponderEliminar
  3. uy, que bonito, me gusta la vainilla y me gustan los ojos café.

    Te sigo en blog, múas múas :)

    ResponderEliminar