jueves, 29 de octubre de 2009

Esto acabó en el momento en que empezó.

Se me hace tarde, o pronto. Y esto es una espiral, va en picado hacia arriba. Siempre me sobraron palabras pero me faltaron alientos, ahora me sobran alientos y no queda nada que decir. Tu magia ya no me hace efecto, se va hacia el sur, a otra parte. (Cómo) voy a continuar.
Danzando entre seres-humanos, entre voces graves, voces agudas, miradas polares.




(Ya lo sé, para decir esto mejor quedarme callada...)

lunes, 26 de octubre de 2009

¡Sálvese quien pueda!

Puedo volver, puedo callar, puedo forzar la realidad. Puedo doler, puedo arrasar, puedo sentir que no doy más. Puedo escurrir, puedo pasar, puedo fingir que me da igual. Puedo incidir, puedo escapar, puedo partirme y negociar la otra mitad. Puedo romper, puedo olvidar, puede comerme la ansiedad. Puedo salir, puedo girar, puedo ser fácil de engañar. Puedo joder, puedo encantar, puedo llamarte sin hablar. Puedo vencer, puedo palmar, puedo saber que sin vosotros duele más. Puede ser que mañana esconda mi voz por hacerlo a mi manera. Puede ser que haga de la rabia mi flor y con ella mi bandera. Puedo torcer, lanzar, perderme en la obviedad.

sábado, 24 de octubre de 2009

Miel.

Voces. Humo. Gritos. Euforia.
Y miles de litros de gloria. Pasados olvidados dentro de un olvido en el que nunca pasa nadie. Y candados en cerrados en sus jaulas. No me preguntes si la luna está mirando porque el cielo no se hace responsable de sus actos. Luz-es. El cielo grita, los objetos susurran, y voces quebradas por el peso del pasado, por las cuerdas rotas, por los polos opuestos y las manos desgastadas, llorando llantos.

miércoles, 21 de octubre de 2009

Welcome to the night sky.

Cogí aquel tren entre resignado y desconfiado. No sabía hacia dónde, ni con quién. Al pisar el último escalón, tuve un pálpito; algo había cambiado.
Caminé entre sillones para cuatro forrados de pana verde y cortinas de pana verde. Suelos de madera en tablas, color claro. Había poca gente, los pocos que había se giraban cuando pasaba, extrañados, supongo, de ver gente nueva por allí. Eran gente vacía, triste, sin fuerza.
Pasé por muchos, muchos andenes. De echo, creo que es el tren más largo que he visto nunca. Llegué hasta el último andén, el más pequeño. Había una mujer, llevaba un abrigo y una bufanda verdes. Era pelirroja y tenía la piel pálida, pero sus mofletes estaban rosados a causa del frío. Parecía costumbrada a aquel lugar. Me miraba con desconfianza. Avancé y me senté al lado de la ventana, como siempre hacía. Esperé a que arrancara y, cuando lo hizo sentí que avanzaba rápido, muy rápido. Que todo daba vueltas. Después, nada. No ví ni sentí nada. Nada.
Horas, días, semanas, quizás, estuve así, entre dormido e inconsciente. Cuando desperté, me encontraba en una habitación de madera, en una cama. Me levanté y caminé hasta la puerta, esperando encontrar una explicación. Encontré a aquella mujer pelirroja sentada en el centro de la sala, tomando un café. Me miraba sonriente. Me acerqué.
-...Hola. Mmm, bueno, tengo unas cuantas preguntas en la cabeza-dije sonriendo.
-Jajaja. Me llamo Ágata. Estamos en Alaska, lejos de nuestro mundo. El viaje hasta aquí fue largo, cansado. Todos nosotros venimos mucho por aquí, para estar solos, para pensar, quizás, pero venimos, y nos separamos. Te he traido aquí porque, de no ser así, hubieras permanecido todo el tiempo en ese tren, y no es especialmente cómodo.
Sonreí, sonreí tanto que me hice daño. - Alaska...Siempre he querido ir a Alaska. ¡Oh! ¡Estoy en Alaska! ¿Tiene un nombre precioso, verdad?
Me sonrío y me llevó fuera. Había blanco, blanco y blanco. Y el frío te arañaba la cara, cortante. Me sentía más pequeño, sentía al mundo abrazándome. Salí corriendo. Gritando y viviendo-me. Sientiendo como cada parte de mi cuerpo sentía el frío cubriendome despacio. Y pequeños cachitos de hielo se colaban por debajo de mis pantalones, sentía las seis capas de ropa que llevaba encima, más un abrigo que valía por cuatro. Sentía la respiración limpia y mi risa sin cesar.
Entonces, paré. Volví a ''casa''. Ella estaba tumbada en la nieve.
-Somos pocos los que queremos venir aquí, somos personas difíciles. Yo estoy aquí porque siento que el frío me recoge, que me ayuda a relajar mis pensamientos. Estoy aquí porque mi padre siempre quiso estarlo y porque sabía que algún día llegarías, Otto.
Y entonces esperamos a que anocheciera, luego a que amaneciera, a que atardeciera. A esa parte del día en la que el cielo es morado. Esperamos a cansarnos de algo, o de alguien, pero a que llegara el momento. Alaska, suena a magia.

martes, 20 de octubre de 2009

Soy nulo y tú distante.

Acostumbrado a la vida ajetreada, a leer su propio periódico terminado unas pocas horas atrás, mientras cruza las piernas en uno de los sillones de Su Starbucks, bebiendo un café macciato, o una cosa así; el pedía café con leche, pero los malditos encargados se empeñaban en poner nombre a las cosas que ya tienen. Diré de él que prefiere estar solo, observar y escuchar, a veces el silencio. Diré que viste de traje, pero un traje marrón muy bien cuidado, algo corto quizás. Corbata verde y camisa blanca. Vive solo, con su gato, que también prefiere estar solo. Creo que lo único en lo que cree es en su trabajo, tiene una columna todos los días en El País, habla de Madrid, de qué le pasa al mundo, de los zapatos de cuero, de las mañanas de lunes. Odiadas mañanas de lunes, amargas y solitarias mañanas de lunes. Está tan metido dentro de sí mismo aparentemente, nadie habla de él, nadie se fija en el. Sí, bueno, no es especialmente atractivo, pero tampoco es especialmente no-atractivo, ¿sabes lo que te digo? a mí me gusta. Toca el acordeón, sí, el acordeón, suena magnífico...a eso de las...2, sube a la azotea y toca, es capaz de pasar la noche entera ahí arriba. Coge mucho el metro, todas las mañanas, todos los mediodías y cada vez que le surge algo. Siempre lleva un libro, le da igual estar de pie, que sentado, que aplastado. Siempre son libros extremadamente dramáticos y negativos, en los que cualquier ser humano hundiría, pero el se ríe. Lleva unas gafas de pasta negras, extra llamativas, creo que es eso lo único que hace que alguien se fije en él, la verdad. Yo, que soy su vecina y su única admiradora, que estoy ventana con él, sólo que conseguido que llame a mi puerta en vez de a la suya(un día en el que le esperaba su hermana en casa), y, a continuación, pronuncie ''Oh, disculpe''.

domingo, 18 de octubre de 2009

He escrito en la pared todos mis salmos.


En uno de esos brotes de expansión mente, he llegado hasta el otro lado de la habitación, mientras mis manos gritaban ''¡ya basta!''.
Y, hablando de habitaciones, recuerdo aquello de Mi habitación, tiene una herida en cada rincón. Pero hoy he hecho limpieza.

sábado, 17 de octubre de 2009

Esquimal.

Frío y distante. Encerrado, medido, calculado. Insensible. Retorcido, caótico. Interesado, misterioso, mentiroso. Frío, frío, frío, como tú sólo. Lejano, intermitente. Asqueado, podrido, roto, construido, reflejado. Ojosdegato. Capaz. Idiota, hipócrita, gilipollas, cabrón, te odio. Te quiero, a veces.
-¿Cómo estás? Cuánto ha pasado el tiempo.
-Sí, la verdad es que sí. Te veo como siempre...
-(Sonríe) Tú has cambiado mucho.
-¿Sí? Eso es bueno.
-No sé. Ya no me miras, no me buscas y te he perdido. Pareces feliz y me gustas. Y eso no me gusta tanto.
-Oh. ¿Te duele? Pues que te duela un poco más.

jueves, 15 de octubre de 2009

Regalo besos de hojalata.

Y yo, rodando a la vez que el mundo, con las manos en los bolsillos y desencorchando detalles, esperando a que un power ranger mate monstruos por mí.

miércoles, 14 de octubre de 2009

Devuele(te-me)

Rompí a llorar. Mientras sentía que me agarraba el alma y la pisaba. Que me retorcías, me inundabas de odio, de envidia y de rencor. Y todo aquello se rompió, se partió en dos, me quedé con la apariencia, con la risa y el fervor. Recuerdo su mirada camuflada en diferentes tonos que aplastaban. Fue decepción dentro de decepción propia y común, te intuía. Y mi error, cuanto dolió a pesar de ser inventado. Piensa en todo lo que construimos con lo pies, recuérdanos en profundos abrazos con el corazón. Recuerdo los pensamientos para dos y la profunda admiración que nos teníamos. Y ahora no haces más que pincharme creyendo que no me doy cuenta(y creyendo no darte cuenta tú). Cómo pasa el tiempo y cómo cambia las cosas. Somos como dos máscaras, dos marionetas, unidas por el pasado, por lo que fue y que ya no es, por lo que fuimos y no somos y por lo que dejamos de sentir. Y a veces te echo de menos. Qué curioso, echar de menos a alguien que está tan, tan cerca. En esa época sentía la amistad como nunca he vuelto a hacerlo. Y sí, te quiero. Creo. Pero no de verdad.

martes, 13 de octubre de 2009

¡Valiente!

Dices que el tiempo ira y vendrá, que no te parará. Que solo quedará la parte no obtenida del lugar. Este es el principio y el final. Remordimientos bajo tierra, corazones del revés, astronautas, el primero, el segundo, el tercero. ¿Cuánto queda? ¿Para qué? ¿De qué sirve esta espera inesperada de un por qué? Y con los ojos cansados, la mente cansada, el alma cansada, dormimos. Estamos aquí, con los pies pegados al suelo o a las nubes, pero estamos. Gánate algo, sé algo, vive por algo, sufre por algo, pero vive.





(Yo también quiero estar enamorada...)

domingo, 11 de octubre de 2009

Ella duerme tras el vendaval.

Después de todo aquel cielo azul con brotes rojos y lágrimas de acohol. Se deshizo ante la luz, ante la espera. Se transformó con el tiempo. Se camufló entre sexo, olvido y placer. El suelo se caía a medida que lo pisaban sus pies, y se sentía en el aire, entre el espacio y el tiempo, entre la distancia. No sé si escuchaba, si padecía, o si sentía. No sé cuando, ni donde, ni por qué. No sé su nombre, pero qué mas da, cada noche cambiaba. Y sus manos se deslizaban, se movían tan suavemente, tran frágiles. Excéntrica. Corre, espera, pasa, finge, grita. Y sólo por verte, mirarte. Sentirte y dejar que te alejes de tí, de vez en cuando.

sábado, 10 de octubre de 2009

Voy a romper las ventanas.

Cuatro mil días después de aquel año obcecado
detecto que al fin te dignastea cumplir con la cita inaudible,
y me alegro, y me enfado a la vez.
Después de estudiar con cuidado este caso
ejerciendo a la vez de fiscal y abogado,
de juez imparcial,
sentencio lo nuestro
diciendo que el fallo más grande
pasó por guardar solamente los días más gratos
y olvidar los demás.
Mirarte de frente.
Admito en voz alta,
que no pocas veces he sido tentado
en coger mi esperanza y lanzarla sin más a la fosa común
donde yacen los sueños que nos diferencian.
Tal vez ¿has pensado en renunciar?
Yo aún no.



Con esta canción empecé a Love of Lesbianear. Y qué bien sientan.

jueves, 8 de octubre de 2009

Timing is crucial.


Agitado, se sumergía en aquellas escaleras hacia abajo y en su mundo patas arriba. El sudor recorría cada poro de su piel y en su cabeza frases y frases chocaban unas con otras sin sentido alguno. Su respiración era cada vez más acelerada y paso a paso, se quedaba sin aliento. Cada escalón, cada movimiento, cada error, se unía al otro sin cesar. Dolía tanto el pasado, el presente y el futuro... Tantas imágenes grabadas hasta el fondo. Su vida era un laberinto sin salida, una espiral. El continuo esfuerzo por salir adelante había acabado con las ganas de seguir. El agotamiento psiclógico superaba al físico. La luz le dañaba considerablemente los ojos, y el alma. ¿Esto es la vida, sufrimiento? se preguntaba. Y las estacas clavadas en el pecho, el dolor emocional, los recuerdos abrasándole la piel. Su mirada llevaba tanto, tanto dentro, que dolía. Ayuda, no necesitaba ayuda, necesitaba irse, o morirse. Resultaba paradójico oírle hablar de la muerte sin cesar, como una posibilidad de tantas. ¿Cómo llegó hasta allí? ¿Cuál fue el principio del fin? Era...llegaba a ser tan sobrenatural su desvelo y su dolor, tan desesperante su jaula de cristal. Era tan caótico, era, como si llevara el peso de 500 vidas y 565 dolores del alma encima, como si en su rostro se escribiera un continuo pasado enjaulado.

Y su vértigo a la vida...

miércoles, 7 de octubre de 2009

Adicción contradicción.

Y entre tanto calor, tanto frío. Entre tanto cariño, tan poco amor.
O qué poco cariño.
Re-des-cúbrete.


lunes, 5 de octubre de 2009

Insomnia

Y en la fría y oscura noche, entre el insomnio y la locura; cerré el círculo de mi obsesión. Como cuando bailas entre dos ritmos, y te separas, te divides. Y me sentí, despacio, lento, a presión. Mientras mi voz se camuflaba. Parece que la noche me recoge. Tiré un montón de suspiros de tí por la ventana. Ahora recuerdo, echo de menos, extraño, siento, los momentos, la felicidad, el amor, pero no a tí, no eres tú la causa y no espero que vuelvas; no quiero que lo hagas. Te odio, cariño, siento odiarte tanto. Y bien sé, que el amor existe pero siempre cesa. Siento la vida, la vida me siente y es mía. Los segundos pasan, a veces tan lentos. Algun día pararé todos los relojes mentales y no-mentales y sonreiré. Es increíble la importancia que tienen las cosas materiales...
Soy demasiado cambiante y demasiado sensible.



Y ahora diré:
Música

domingo, 4 de octubre de 2009

Take me home.

Café. Vainilla. Cielo. Tu pelo. Espero. Azul. Chocolate. Mirada. Locura. Sabor. Labios. Rojos. Manos. Tacto. Luz. Flexo. Naranja. Nudos. Sonido. Ruido. Mezcla. Olvido. Desencanto. Adiós. Punto. Esmalte. Corta. Pega. Fuera. Nubes. Tiempo. Sueños. Fotos. Globos. Cables. Cruzados. Vidas. Palabras. Tornillos. Clavados. Fondo. Mangas. Espacio. Distancia. Espejos. Frente a frente. Voz. Es. No. Papel. Cartón. Piedra. Rota. Agua. Sal. Azúcar. Ruido. Locos. Piel. No. Cartas. Juego. Abrazo. Desenlazado. Vibración. Verde.
Mi. vida. conmigo. Sin. mi.

sábado, 3 de octubre de 2009

Ahora ya estás advertido, no te fíes de un animal herido.

Esperame dentro, que fuera me resfrío de tanta realidad. El otoño me enternece, me gusta. Los cientos de hojas secas por el suelo esperando a que las hagan crujir. Tanta lluvia. Frío. Desencorcho paredes de hielo. Me disfrazo de mí. Me diluyo. Puerta tras puerta, mundo tras mundo. Dos cafés para dos historias distintas.

Y abrir tu puerta de cuarenta y tres candados.

viernes, 2 de octubre de 2009

Infinita ingenuidad.

Que fuck. Que sólo quiero una conversación de verdad. Que si alguien más quiere hacerme daño que pida cita para la semana que viene, que esta está llena.