viernes, 16 de abril de 2010

Sólo yo sé el motivo, y no es bonito.

Supongo que escribo para encontrarme, o igual para saciarme, para deshacerme. Y no sé siquiera si consigo aparecer entre tantas y tantas letras. Siento como si mi vida dependiera de un segundo de incertidumbre, como si pendiera de un hilo y fuera flexible a mi alrededor. Repudio... esta forma y estas causas, este día y esta noche, estos gestos, mis adentros. Somos cínicos a más no poder y eso me destruye, somos marionetas, sucias, rotas, y nadie nos puede ver.

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