jueves, 2 de julio de 2009

Asco das. No, no lo das.

Uno de Julio.
Parece que fue ayer cuando me esperabas sentado en aquel bordillo de Pinar de Chamartín con tus vaqueros y tu chaqueta de rayas. Cuánto he cambiado desde entonces. Y tú...creo que fue en ese tiempo y sólo en ese momento cuando fui capaz de ver en ti a alguien capaz de creer y de sentir. No sé quién te hizo daño ni en qué parte de tu vida, pero sigo creyendo que tienes mucho que contar, que tú no fuiste siempre así.
Llevo meses aprendiendo a no tenerte y a aceptarlo. Has acabado con las ganas y el esfuerzo, te los has llevado por delante. Te daría las gracias, te pediría perdón y te escupiría en un mismo gesto, contra el pecho. Todavía no me has perdonado todo aquello, y no lo harás, por injusto y doloroso que resulte.
Ya que no te tengo, prefiero no tenerte a cachos, ni a veces. Me duele tu ausencia a medias. Si de verdad lo deseara te pediría que desaparecieras de mi vista, que no me volvieras a saludar si pretendías hacerme daño a principio de conversación. Pero sí, prefiero saber de ti lo imprescindible.
Nunca me atreví a escribir tu nombre, no eras mío. Puede que la primera letra se asomara, pero no llegaba a más. Sentía una extraña verguenza, parecida a lo que me causaba el mundo al vernos.
No sé que hacer con esta sonrisa y estas ganas de llorar traducidas en un mismo gesto, no sé qué representan. Creo que se despiden de tus ojos, creo que pronuncian un adiós. Sin embargo, siento una alegría que no había experimentado desde que te fuiste a principios de Febrero sin recursos ni justificantes de ausencia. Aquí seguirás, dentro, aunque no te vea ni me acuerde de tu olor ni de tu voz, aunque no las vuelva a oler ni a escuchar, puede que porque un día te empeñaste o viceversa.
"Donde siempre como siempre, ¿va?"
Quizá en otro tiempo y en otro lugar. O quizá no.



Te lo diré en otra vida.

1 comentario:

  1. ''Cuatro mil días después de aquel año obcecado
    detecto que al fin te dignaste
    a cumplir con la cita inaudible,
    y me alegro, y me enfado a la vez.

    Después de estudiar con cuidado este caso
    ejerciendo a la vez de fiscal y abogado,
    de juez imparcial,
    sentencio lo nuestro
    diciendo que el fallo más grande
    pasó por guardar
    solamente los días más gratos
    y olvidar los demás.

    Mirarte de frente.
    Admito en voz alta
    que no pocas veces he sido tentado
    en coger mi esperanza
    y lanzarla sin más a la fosa común
    donde yacen los sueños
    que nos diferencian.

    Tal vez ¿has pensado en renunciar?
    Yo aún no.''


    Love of lesbian. Voy a romper las ventanas

    ResponderEliminar