miércoles, 23 de septiembre de 2009

Y esto es todo.

No veo normal que me de miedo entrar en el maldito last.fm y ver la maldita música que ahora me rompe los oídos. No veo normal que haya tenido que borrar todos los malditos mensajes con los ojos cerrados. No veo normal que haya acabado con la maldita música del maldito ares del maldito otro ordenador. No veo normal que necesite odiarte para no odiarme a mí. No veo normal que me importes si ya no me importas. No veo normal que tus malditos ojos se claven en los míos y luego se caigan al maldito suelo. No veo normal que seas tan poco original. Pero lo que sí que no veo normal, es que ya no me acuerde de si te quería o era una maldita ilusión de una maldita idiota. No veo nada normal que siempre sigas, siempre sigas, siempre sigas ahí.

Dejándote aparte, hoy he empezado. He sentido la mirada de todas las de clase mirándome mientras conspiran sobre mi persona, como todos los años. Que quieras que no, te hace sentir importante. Hasta que te das cuenta de que se han metido en una conversación solamente con los ojos. Empiezo a clasificar cómo es cada uno y qué profesor es mejor que otro. Pongo a prueba todos los rumores. Aquello de bajar o subir las persianas a medida que transcurre el día y la magnífica sensación del aire fresco en la nuca. La gente nueva y la vieja. Como han crecido todos y como siguen todos igual. Los pasillos y los conserjes y las risas entre clase y clase. Vosotras. Las vueltas a casa y las abundantes planificaciones.




Quiero que haga frío de una vez. Que estamos en otoño, por favor.

3 comentarios:

  1. Conspiraciones. Por eso corté por lo sano. Aunque sigo viviendo en la misma calle, en el mismo barrio, al acabar secundaria decidí cambiar.
    A veces la gente es tan estúpida que te ponen etiquetas desde que eres cría. Errores de un pasado se convierten en el pan de cada día. Un mundo en el que nadie es consciente de si has madurado, has cambiado o qué. La gente opina sin saber, sin darse cuenta de la persona que realmente eres. Y todo por los cuatro monos de siempre.
    Por eso corté. Me cambié de colegio. No sabes la sensación de empezar en un sitio con tanta gente, con tantas clases een el que te conviertes en una desconocida que todo el mundo quiere conocer. Es pensar que llegas a un sitio, y que no tienes etiquetas. La gente te valora por lo que eres en el momento. En ese momento. No por lo que fuiste antes, o has sido. Te entiendo.
    Siempre fui la rara freak. Y te lo digo de verdad. De haberlo sabido me cambiaria de colegio cada año. Porque he encontrado el chollo de mi vida. (:

    Besos dulces, lady. MUACK

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  2. Hay obsesiones que acaban siendo perjudiciales, ten cuidado!
    Muchas gracias!
    yo te seguiré, que también me ha gustado :)

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  3. Me encanta... y te comprendo TAN bien... :) Agregada quedas tú también.

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