Este invierno desafinado, las hojas secas por los suelos, los días claros y vividos por dos, el viento frío, mi flequillo despeinado, escenarios cargados de pasión, vidas ajenas y demolición. Mi cuerpo en tensión, mi nariz arrugada. La estación, el rencor y el perdón, volverán, gritarán, quebrarán, dormiremos bajo nuestro propio reflejo. Después de que mi equilibrio se fuera en un vagón dirección a Francia, las horas volaron en la oscuridad, hice malabarismos con mis temores. Sois la confirmación de mi no-independencia, aunque me cueste admitirlo.
Y sé que, niña, tienes miedo.
Servidora es otra no-independiente. Y además las estaciones me traen los peores recuerdos de mi vida.
ResponderEliminarMuac!!
Otra que comparte su temor por las estaciones... odio las despedidas. Lo bueno es que todas las estaciones tienen salida.
ResponderEliminarBesitos
Y también hay cielos que no se olvidan nunca.
ResponderEliminarmiau
de
galleta
con
mantequilla
me guzta me guzta :)
ResponderEliminarUn invierno desafinado y otras tres estaciones que, en mi caso, le siguen por el mismo camino.
ResponderEliminarY todos tenemos miedo al fin y al cabo, ¿no?.
Un beso!
Las estaciones (casi siempre) traen malos recuerdos.
ResponderEliminarBonita manera de contar una despedida :)
ResponderEliminarInvierno, Navidad.
ResponderEliminarTranquila pequeña, tu hermano vuelve hoy y tengo unas ganas infinitas de verte..
Has de ser un poco independiente, sobre todo por tu bien
ResponderEliminarNadie, diga lo que diga, es totalmente independiente...la felicidad no es completa si no es compartida...
ResponderEliminarTe regalo un abrazo azul...el primero de muchos.
No dejo de leerlo.. me encanta tía.
ResponderEliminarY me gusta mucho más que vengas a por mi con los brazos abiertos dejando atrás a todos tus colegas y a Lucas.. qué grande eres..
Tienes un premio en mi blog ¡pasa a recogerlo! :)
ResponderEliminarEl titulo ya me encanta, para empezar.
ResponderEliminarY el texto es genial, buen final.