martes, 8 de diciembre de 2009

Te quedas pálido cada vez que ves lo rápido que caes.

Vidas ajenas.

Te empeñas en vivir alejado de el mundo real, te martirizas con todo aquello que no hiciste, con todo lo que aprendiste. Sabes que algo falla, que algo no está en orden. Esperas que vuelva, o esperas un milagro que se lleve todo por delante, algo que nos arrase y te deje sólo con tu mundo. Escondes algo que no sabré jamás, me miras de reojo y a veces de frente y con cuidado. Siempre camuflaste tu miedo escénico debajo de tu capa de superioridad, puedes superarnos, yo veía eso escrito en tu frente, mientras tú mirabas al suelo, o contabas las baldosaso el número de animales que estaban en peligro de extinción, no sé que ha sido de esa manía tuya de ver documentales durante horas y horas. No sé si te conoceré algún día, si me dejarás. Te ves cayendo y entonces escapas. Te queda mucho, mucho tiempo por delante y muchas almas que tocar más que la tuya. Mirarás atrás y verás tu vida en curvas. Ahora, no haces más que caminar en círculos alrededor de su rastro, y te hechas la culpa de no haberle querido cien veces más, y le envidias, le admiras y le añoras, y te vuelcas en su huida. Recuerdo el primer día, tus ojos cansados y tu cuerpo tembloroso avanzando hacia el principio de un hogar más vacío. Con la espalda encorvada y las manos en puños, la vida cortada y los labios insusos.

5 comentarios:

  1. es como verlo todo en una pantalla y ser un mero expectador, pero saber que lo que ves es tu vida y han quedado tantas cosas por hacer...
    aish.

    Muac vertical!

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  2. tú tampoco te quedas corta eh
    así que voy a hacer lo mismo, te sigo :)

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  3. Vidas paralelas.. mundos unidos.

    Déjame darte la mano siempre..

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  4. extraordinario texto
    buenisimo, cuanto de aquel
    puede habitar aveces en nosotros

    un saludo

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