martes, 29 de diciembre de 2009

¿Salgo corriendo, o me escondo?

¡Saldré corriendo y me esconderé!
La medida auténtica de la madurez no reside en la edad de una persona, sino en cómo reacciona a la primavera en la zona media de sus calzoncillos. ¿Qué importancia tienen los años, sobre todo si tu apartamento es de renta limitada? Lo que hay que tener presente es que cada época de la vida ofrece sus propias satisfacciones, mientras que si estás muerto es difícil encontrar el interruptor de la luz. El problema principal que plantea la muerte, inherentemente es el temor de que pueda no haber otra vida... un pensamiento deprimente, en particular para aquellos que se han molestado en afeitarse. Asimismo, puede darse el temor de que exista otra vida, pero que nadie sepa dónde se ha metido. En el aspecto positivo, la muerte es una de las pocas cosas que pueden efectuarse estando cómodamente tumbado.
Consideremos, pues: ¿es realmente tan terrible la ancianidad? ¡No, si te has cepillado los dientes con energía! ¿Y por qué no hay tope en el furioso asalto de los años? ¿O un buen hotel por el centro de Indianápolis? Oh, vamos.
En resumen, lo mejor que se puede hacer es comportarse de modo acorde con la propia edad. Si tienes dieciseis años más o menos, procura no quedarte calvo. En el extremo opuesto, si pasas de los ochenta, no hay nada mejor para mantenerse en forma como bajar a la calle arrastrando los pies con una bolsa de papel marrón y murmurar ''El Kaiser me robará el string''. Recordadlo, todo es relativo... o debería serlo. Si no lo es, tendremos que empezar de nuevo.
Woody Allen - Sin plumas


Ay, Woody, Woody...

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Pasos de baile.

Miradas rotas, palabras quiebras, piernas temblando. Manos frías, ojos cansados, abrazos. Garganta anudada, espalda cargada, pies congelados. Delirante, expectante, humana. Asustada, temida, intrusa. Ciega, muda, sorda. Desnuda, despedazada, desatada. Tempestad, vendaval, tormenta. Viento, hielo, lluvia. Ruido, ruido, ruido. Mañanas, tarde-s, inviernos. Gritos ahogados, tiempo manchado, abordado. Líneas; arriba, abajo. Poseo; pierdo, recuerdo. Abro; cierro, siento. Vidas, prisas, almas. Humo, vapor, deseo. Equilibrio, distancia, caída. Ausencias, variantes, historias. Insuficiente, inválida, menor. Sintónimo, anónimo, antónimo. Versos, piel, lunas. Nubes, grises, desiertos. Valor-es, regalos, poemas. Comienzos, finales, argumentos. Guión, ensayo, títere. Grito, cristal, transversal. Vosotros, ellos, él/ella. Veneno, sal, invisible.

domingo, 20 de diciembre de 2009

Existen cielos que yo jamás veré.

Este invierno desafinado, las hojas secas por los suelos, los días claros y vividos por dos, el viento frío, mi flequillo despeinado, escenarios cargados de pasión, vidas ajenas y demolición. Mi cuerpo en tensión, mi nariz arrugada. La estación, el rencor y el perdón, volverán, gritarán, quebrarán, dormiremos bajo nuestro propio reflejo. Después de que mi equilibrio se fuera en un vagón dirección a Francia, las horas volaron en la oscuridad, hice malabarismos con mis temores. Sois la confirmación de mi no-independencia, aunque me cueste admitirlo.






Y sé que, niña, tienes miedo.

sábado, 19 de diciembre de 2009

La marea me dejó...

Ya que me gustaría eliminar la entrada anterior, no sólo porque me desconsuela y me limita, me negativiza y me miente, también porque, Violeta, no puedes llegar a esos límites; me derrumbaré en la cama con un café y música rebotando en mis adentros. Las altas horas de mis noches me desnudan ante mí, y aunque me acuesten, me despiertan, en blanco y abriendo los ojos.

viernes, 18 de diciembre de 2009

¡Creo que voy a empezar a romperme!

¡¿Y si quiero y no puedo qué voy a hacer!? ¡¿Qué voy a hacer!? ¿Y si me muevo en círculos? ¿Y si este más siempre resta? ¿Y si estoy atrapada? ¿Y si no salgo nunca de aquí? ¿Y si no tengo fuerzas? ¿Y si no es suficiente conmigo? ¿Y si me vence el tiempo? ¿Y si (me) pierdo? ¿Y si no avanzo? ¿Y si retrocedo? ¿Y si estoy condenada a mí misma? ¿Y si tienes razón? ¿Y si nadie me entiende? ¿Y si estoy equivocada? ¿Y si desaparezco? ¿Y si me suelto? ¿Y si no hay manera de escapar? ¿Y si esto es todo? ¡¿Qué voy a hacer!? ¡¿Cómo voy a continuar?!

lunes, 14 de diciembre de 2009

Y es que mientras me hablabas,

la ciudad se inundaba.
Cuando el reloj apuntó las diez el mundo se cayó a mis pies y el cielo se tornó grisáceo. Veía como tus palabras tropezaban al salir de tu garganta, y como mis silenciós cómodos eran insusos para tí. Cómo dos inútiles pueden ser útiles el uno para el otro. Sin pensarlo bien te has ido al otro lado de mis polos y sin saber por qué ya no nos quieren ver ni juntos, ni arropados. Puedes seguir besando a principesas de cristal que acabarán en mil pedazos en el suelo de tus pies. Tú te pasarás al lado opuesto del asunto y yo te clavaré las uñas de una vez. No me digas que si el tiempo, que si sé.
''No se puede tener todo'' no me jodas, yo más que todo quería un don nadie que supiera responder algún por qué. Y que una cámara de fotos se dedique a ver más putas que ciempiés, y yo qué sé, que me das asco. Cuántas veces un te quiero se fundió en tus labios y yo te lo robé, ahora mirarnos es saber que si salió fue porque yo te lo quité. Pies de barro, el cielo te derretirá.

domingo, 13 de diciembre de 2009

He tocado las estrellas, me dijiste susurrando,

y tenías cicatrices que podían demostrarlo.

Me han dicho las noticias que aparento lo contrario a lo que soy, que la Luna brillará un poco más por hoy. El tiempo arde con Madrid, con sus despistes, con la magia de lo que no hiciste. El mundo está girando al revés, la lluvia cae desde abajo, el cielo nos tiene envidia. Con la música a otra parte y el ritmo en los zapatos. Este frío de esquimal, este viento azul celeste, mis mejillas coloradas, dos millones de miradas. Espero que Peter Pan me salve, o que Alicia me teletransporte, que me hablen de Maravillas encantadas. Let me, let me, let me, get what I want. No me malgastes, no llenes el suelo de mi tiza, no me ates al suelo porque me soltaré. Al despertar lo habré-mos olvidado. Me oigo crecer, siento la edad de la tierra a mis pies, el frío ha roto lo que dijiste ayer. No escucho a los domingos de extrarradio. Cientos de espejos frente a frente, miles de labios enamorados, un millar de besos amoratados.

viernes, 11 de diciembre de 2009

Que me tiemblen las piernas.

-¿Cuánto tiempo duran tus eternidades?
-Desde que empiezo a parar el tiempo hasta que se me escapa de las manos.
-Yo estaré al otro lado de tu reloj de arena, lejos del tiempo y del espacio, entre el sueño y la vigilia.

Tú me llevas.

Vidas ajenas.

Te espero al amancer antes de que sea tarde, con una sonrisa y con tiempo de sobra. Te beso y te hundes entre mis brazos, siento como te dejas llevar, como te abandonas al instinto. Podría estar así todo el tiempo que fuera, luchando contra relojes de arena y tic-tacs amenazadores. El mundo termina en cada precipicio de tus miradas, en los abismos de tus entrañas. Te siento por las mañanas, te siento al despertar, te siento al sentarme encima de mis corduras, te siento al mirar, te siento en cada esquina, en cada portal, te siento cada tarde, en cada sonrisa inesperada, te siento en los cruces de miradas, te siento en los cielos azules, en los grises y en los naranjas, te siento en cada parpadeo, en cada semáforo, te siento cada noche, te siento en cada luz, en cada luna llena. Te clavas por mis pasillos, me esperas, te sigo, me encuentras tocándote el corazón. Somos un cruce de líneas, un choque de almas. Repaso tus curvas, me clavas tus huellas. Huyamos al polo opuesto. Tú, atenta, dejándome en lo más alto de tu gravedad, yo, rendido, deslizo mis manos hasta el vendaval.

martes, 8 de diciembre de 2009

Te quedas pálido cada vez que ves lo rápido que caes.

Vidas ajenas.

Te empeñas en vivir alejado de el mundo real, te martirizas con todo aquello que no hiciste, con todo lo que aprendiste. Sabes que algo falla, que algo no está en orden. Esperas que vuelva, o esperas un milagro que se lleve todo por delante, algo que nos arrase y te deje sólo con tu mundo. Escondes algo que no sabré jamás, me miras de reojo y a veces de frente y con cuidado. Siempre camuflaste tu miedo escénico debajo de tu capa de superioridad, puedes superarnos, yo veía eso escrito en tu frente, mientras tú mirabas al suelo, o contabas las baldosaso el número de animales que estaban en peligro de extinción, no sé que ha sido de esa manía tuya de ver documentales durante horas y horas. No sé si te conoceré algún día, si me dejarás. Te ves cayendo y entonces escapas. Te queda mucho, mucho tiempo por delante y muchas almas que tocar más que la tuya. Mirarás atrás y verás tu vida en curvas. Ahora, no haces más que caminar en círculos alrededor de su rastro, y te hechas la culpa de no haberle querido cien veces más, y le envidias, le admiras y le añoras, y te vuelcas en su huida. Recuerdo el primer día, tus ojos cansados y tu cuerpo tembloroso avanzando hacia el principio de un hogar más vacío. Con la espalda encorvada y las manos en puños, la vida cortada y los labios insusos.

domingo, 6 de diciembre de 2009

Nos alzaron en brazos,

descubrimos planetas.
Quizá vuele, o a lo mejor caiga en picado al país de las maravillas. O me retuerza entre gárgolas de plata. O escave entre túneles de corcho. Me enfrentaré a héroes con pies de barro. Me meteré hasta el fin del infinito. No quiero bodas de oro, ni de plata ni de platino, no quiero diamantes ni manicuras. Quiero locuras o corduras, amantes andantes, caminantes. Sol de mediodía, fuego en las entrañas. Seré una nota musical. Serán los efectos secundarios de la fé. Tocaré el cielo con las manos, me lo guardaré en el bolsillo. Se colarán ogros por mi ventana, se rendirán. Me hundiré en cada mirada, como tantas veces, te veré al otro lado de tu alma. Dos espejos frente a frente. Viviré otra vez.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Continental 62.

Nadie nos va a salvar. No ha habido más de lo que hay hoy, así que no me traigas margaritas. Qué mas da perder-se aquí. Qué más da de qué color, tan sólo hay tiempo. Déjame crecer, cambiar, mirar. ¿Dirección? Solución. Hay mucha distancia entre ser, estar y parecer. Soy yo, metamorfoseada por el tiempo; estoy aquí, ahora, a veces ayer, mañana; no quiero parecerme. Buscas la eternidad, tocas tu corazón, bailas sin ton ni són, palpas la desazón, esperas trás tus dos pies. Yo que quería estar rota, ligada a tí, y ahora quiero escapar de mí. Yo que quería ser doblegada por tí, busco restos de memoria que masticar.

domingo, 29 de noviembre de 2009

Todos queremos que nos encuentren.

Las palabras se me hunden, se quedan pegadas por las paredes de mi cuerpo. Siento cada vibración el doble de fuerte de lo que debería, cada sentimiento, cada vida y cada cuerpo, cada mundo interior, me sumergo en los años, en los vivosmuertos, en los dolores subterráneos. Me siento, les siento, absorbo. Prendida de miradas, a tientas, manchada de personas, de almas, palpando entresijos. La magia me espera al otro lado. Para qué estoy aquí si no es para sentir, para recoger los pedazos de los demás, para vivirlos, vivirme. No hay rastro del olvido, no hay ratro del pasado. No hay nada escrito por delante de mí, solo hay hojas en blanco deseando dejarse escribir, ansiosas de escurrir la tinta, o el barro, qué mas da. Dime que te encontraré o que me encontrarás. Recuerda que estaré cerca del bullicio, perdida dentro de mi propio ruido. Sé que me dejo llevar(o llover) demasiado por el momento o por la sensación, que me empapo demasiado de todo, que ardo o exploto en cualquier momento sin motivo alguno, o motivo aparente; sé que duraré más tiempo si absorbo que si floto. Prefiero escapar de vez en cuando y el vértigo a los precipicios, prefiero reír, llorar, hablar de más o de menos, que la inercia de mirar y no ver nada más que yo-yo-yo. Prefiero esquiar hacia arriba.

lunes, 23 de noviembre de 2009

La miel en los labios.

El otoño se me hunde en el costado, me saca las sonrisas a la fuerza.
Luces parpadeantes. Chispas, gotas de agua reducida a lluvia. Abrigos, bufandas de lana. Luces. Felices fiestas. Chocolate, figuritas de cera, pinos de mentira. Madrid por iluminar. Gastos, familia. Caprichos. Parece que la Navidad nos enciende, aunque mi luz se fundió hace unos cuantos años, alumbra aún un poco. El año pasado llegó con múltiples catástrofes humanas, con lluvia en las miradas. La Navidad también son los padres. ¿Y si todo es una ilusión y nada existe? Serán los padres. Nos gusta tener razones para derrochar, y nos gusta decir que derrochamos demasiado mientras seguimos derrochando. Dulces. Anuncios de champán. Mi sorpresa llego a mis Nueve años, cuando al pasear por Madrid el día que encendían las luces, no sentí nada. Desde entonces tengo una deuda con ella, quizá vuelva. Con latidos o sin ellos, por casualidad, por un instante o quizá se instale aquí y aparezca cada año. Cuando el reloj llegue al fin de su recorrido y, almas unidas griten, lloren, beban, son-rían, yo pensaré en el ruido de los años, mientras recibo ''besos'' de familiares desconocidos, ''besos'' ya que sólo hacen ruido. Y algunos desafinarán sueños y otros tantos, pesadillas. Y traduciré sueños a fantasías y pesadillas a tiempos pasados y estrujados. Este será el colchón en el que renazcamos, el comienzo del final o del principio. Todo esto se reduce a personas unidas por una misma causa.

domingo, 22 de noviembre de 2009

¡1, 2, 3!

El monstruo del armario nos ha hecho sentir que debemos descubrirnos, reemplazarnos, asustarnos, demostrarnos. Escondite interminable, dentro de tí, de mí misma. Y cerremos las puertas por si se escapa. He ido dejando señales por las esquinas, por si alguna vez me pierdo. Miradas infinitas, y a cada paso, un universo(sobre mí). Eterno. Interminable. Amenaza-door. Y el sabor a viento frío, congelado, en la mirada. Dinosaurios del siglo veintiuno.




Así que hice ¡chás!

viernes, 20 de noviembre de 2009

Jaws of life.

Magia. Frío. Rojo. Pasión. Amarillo. Chillón. Variables. Incontables. Al unísono. Vivos. Vuelta y vuelta. Yomimeconmigo. Brindando batallas ganadas, sin saberlo, sabiéndolo a medias, a ratos, a veces. Mirándome, a escondidas, desde lejos. Vacia o llena, rota o entera, no importa, algo cambiará, mejorará, el peso cambiará de lado. Camino terminado.





Fin del trayecto.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Pero ya no era ayer, sino mañana.

A veces creo que mi vida comenzó el año pasado, el resto de mi vida está borroso, y, cuando no lo está, no tiene importancia. A estas alturas, ya estoy más que acostumbrada a vivir muchas veces en el pasado, y no porque fuera mejor, sino porque era bonito, y yo era inocente y algo idiota. Hoy tenía ganas de aquello, así que al llegar a casa, he abierto el Spotify, cosa a la que ya he cogido cariño, a pesar de sus anuncios cortantes; y he puesto La fuga. Y sus: voy buscando en la basura unos labios que me digan ''esta noche quédate''. Los besos que perdí, por no saber decir ''te necesito''. Y me tiño de ayer. Y revivo la escena y el escenario, los actores y la letra pequeña. Como dije una vez hace mucho tiempo, somos personajes de teatro. Somos títeres, marionetas, a base de magia. A algunos les lleva el destino y a otros, la casualidad y el momento, el pálpito. Los espectadores, asombrados, aplaudieron, o quizá fuera un eco de sus pensamientos. Enfermos de egocentrismo, pero para eso estamos aquí, para nosotros.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Con los ojos abiertos y los puños cerrados.

El frío me toca la fibra sensible. Todo queda lejos y cerca a la vez, todo se alterna, se relativiza. Y me dejo inundar por el silencio, por el ruido, por lo desconocido. Vértigo invertido, desde abajo, vértigo de mí, de mi interior. Y con cada puerta, me mancho los pies de barro, y acabo de barro hasta el cuello, hasta que vuelvo a cerrarla. Los candados, atascados, se retuercen de dolor, oxidados por dentro y por fuera, caducados, desbordados de almas. Y me aprieto fuerte, asegurándome de si estoy entera o no, por si acaso se me ha caído algo por el camino. Y Noviembre, tan frágil, se me escapa de las manos.

sábado, 14 de noviembre de 2009

Primeras filas nuestra obsesión.

Cargados de ilusión, ardiendo en llamas. Flotando entre versos. Gritando, eufóricos, agarrados. Emocionados. Moviendonos, levitando entre el ritmo de las voces en on. Excesivamente llena de vida, de luz, de energía, de mí, de mis pálpitos. Descubriendonos unos a otros entre los resquicios que encontramos. Entregados, ausentes de ausencias.

jueves, 12 de noviembre de 2009

Su mal humor, su estar mejor.

Simplifiquemos. Pisemos llantos, lloremos sentimientos, sudemos almas, aprendamos vértices, escuchemos luz. Al pasado se lo comió el tiempo, después de mucho trasnochar, y aunque permanezca, ya no volverá. Y que el viento haga correr los años.

martes, 10 de noviembre de 2009

De ser, de estar.

Me olvidé del olvido. Me olvidé de sus labios, de sus manos. Me olvidé de sus ojos. Me olvidé del invierno, del frío, del calor emocional. Me olvidé de sus besos, de su tacto. Me olvidé de los celos, de las ganas de correr. Me olvidé de la huida, del dolor. Me olvidé de las caricias, de los abrazos rotos. Me olvidé del ruido, del sonido, del silencio. Me olvidé de los 365 días del año, de los días tachados en el calendario y de los días vacíos. Me olvidé de las noches de llanto, de la melodía, del otro lado. Me olvidé de mí, de tí, de él, de nosotros, de vosotros, de ellos. Me olvidé del viento cortante, de su mirada penetrante. Me olvidé de mi móvil, de mi puerta, del cristal de metal. Me olvidé de los golpes contra la pared, del latir del corazón, de respirar, de lamentar. Me olvidé del qué dirán, de la televisión, de las hojas comenzando a ser marrones. Me olvidé de mis pasos, del tiempo, de lo material, de lo abstracto. Me olvidé de estar lejos de tí, de mí, de estar cerca de mí, de tí. Me olvidé de la saliba en los labios, del cansancio, de Santi Balmes, de Scarlett Johanson, de Woody Allen, de el cine, de la música. Me olvidé de la luz, de la radio, de las persianas, del sudor, del reloj. Me olvidé de los pasos que quedaban hasta llegar al final. Me olvidé de mi espera, de mi vértigo de mí. Me olvidé de la lluvia, del calor. Me olvidé del pasado, del presente, de las paredes de mi cuarto. Me olvidé de las capas que cubrían mi cuerpo(y mi alma). Me olvidé del fondo, del principio, del final, del cabo suelto. Me olvidé del ''no me olvides'', del ''me olvidarás'' del ''¿me pensarás?''. Me olvidé de volver. Me olvidé de conocer, de escuchar, de parar, de tragarme. Me olvidé de borrarme del papel, del métal, del metál. Me olvidé de lo que llegará, de lo que no, de lo que ya pasó, de lo que no. Me olvidé de las palabras que se difuminaron justo antes de salir. Me olvidé de vivir, de morir, de seguir. Me olvidé de querer, de starbucks, del frapuccino, del caramelo. Me olvidé del ''¿Violeta? Qué nombremás bonito''. Me olvidé de tocar, de palpar, de acariciar, de amar, de envolverme, de desenvolverme. Me olvidé de la familia, de la ''unión'', de los falsos, de las sonrisas fingidas. Me olvidé del dióxido de carbono, de la contaminación, de las charlas contra las drogas, contra el alcohol. Me olvidé del ''todo tiempo pasado fue mejor'', del ''estos chicos de hoy en día''. Me olvidé de el altavoz, de la vibración, de las ondas. Me olvidé de cuestas hacia arriba, de las cuestas hacia abajo, del cielo, del mundo. Me olvidé de creer, de cortar la cuerda que me ataba.

lunes, 9 de noviembre de 2009

Todo lo demás es lo de menos.

Allí estaba yo, riéndome a carcajadas, con los problemas a presión gritando ''¡estamos aquí!'' en silencio, silencio sonoro, qué poco me importa. Con la vida en el bolsillo y con los ojos llenos de momentos no vividos por mí. Des-viviéndome, desatándome.
Yo

Él
Nosotros
Vosotros
Ellos

sábado, 7 de noviembre de 2009

Ahora me desnudaré sin quitarme el traje.

Pliegues y pliegues. Tormentas de arena y mar, de sal pegada al cuerpo, de sueños que acabaron siendo pesadillas. Escombros, dos rotos, cuatro noches de locos. Y tu voz, esa voz, y tu pálida piel. Versos de vernos a escondidas. Miradas perdidas, escapadas de mí, de tu yo, de cuando te espero y no. Hojas, líneas, rotas, secas. Otoño, frío, piel. Me pongo perdida de mí. Poco a poco. Te huyo y me buscas. Infnito. Nunca descrito. Caótica, exótica. Me resbalo, me destruyo y reconstruyo. 1000 pedazos por toda la habitación. Te oscureces sobre mí. Quiero que me encuentren, para no encontrarte. Magnéticos, duros, indestructibles, nerviosos, sudorosos. Ardo, me desdibujo. Intermitente, en ondas, en picos. Descargando, cargado. Descorchado en el corcho, envuelto en tu propia fe. Siete veces más uno. Candados, cuerdas, cadenas, ataduras, hierro.

jueves, 5 de noviembre de 2009

Guardas las caricias en el congelador.

Los sentimientos se me calan tan, tan adentro. Que me falta viento para destrozar-los. Estoy estoy esperando la casualidad de mi vida, la más grande. Pero el círculo no se ha cerrado y las casualidades se han quedado atrancadas haciendo tapón. Estoy en el aire, estoy fundida en un intervalo de nada, entre una parada y otra. No pasa nada; pasa de todo en letra pequeña. Y mi ritmo cardiaco y vertical, transversal, mi cristal horizontal, sigue recto. Creo que va a venir todo de golpe, que me va dar un vuelco, la vida. Que gritarás, que gritarás y no te oiré.
Hace unos días me dí cuenta de que tengo al amor idealizado, esperado, añorado, y de que le tengo asco. De que me has hecho tenerle asco. Me dí cuenta cuando de repente me preguntaban qué pasaría si... y me cogieron de la mano. Entonces fue como si quisiera vomitar todos los recuerdos, como si un miedo inmenso me aplastara. Tengo al amor mirándome por la cara sucia, por la cara sexo, por el ''me harás daño''.
Tanto preguntarme si volverías, para no dejar de preguntarme si te irás.

No puedes tocarme. No me toques. Ahora ya estás advertido, no te fíes de un animal herido.

martes, 3 de noviembre de 2009

Miradas de cristal.

Me acuerdo de su primer amor, creo que el primero y el último; el resto fueron solo intereses. Era su vecino de enfrente, estaban ventana con ventana. Hablaban mediante señas, luces, sonrisas, miradas, persianas bajadas, subidas... Le adoraba, le amaba hasta rabiar, hasta la médula, hasta el fondo, de arriba a abajo. Recuerdo sus rebotes cuando él no la miraba o no aparecía, entonces apagaba todas las luces y bajaba las persianas hasta abajo, después se sentaba sobre la cama enfadada, esperando. Se cruzaban por los pasillos sin decir una sola palabra, aparentemente. Recuerdo que llegaba y esperaba novedades, interesada, dejaba que me contara cada detalle de cada expresión. Sólo un día, una vez, coincidieron en el 47, con un beso y 50 miradas de cristal.

lunes, 2 de noviembre de 2009

Coffe and machines.

Blur. Desniveles, desvaríos y otros cuentos.
¡Crush! Y se rompió el monstruo, el círculo polar, el sabor a miel en los labios, el corazón rojo, el aroma en las esquinas, el dolor, el vértigo al adiós, el miedo al ir detrás. Espejos, cristales, dolores internos, externos, cruciales. No creas las mentiras que dije, solo me esforzaba en estirar el tiempo. Ahora, por el rabillo del ojo vigilo las espejos, de frente, pero no me dicen qué hay detrás. Y me desenfoco dentro de canciones con pasados enfrascados. Somos máquinas, monotemas, cuadraturas de obsesión, vicios, espirales, laberintos. Montaña emocional, desvarío mental, pienso quedarme hasta el fin
¿Por quién gritaba? Lo sé y tu no. No preguntabas, tú nunca, no...
A veces pienso que es un don, olvidar.

jueves, 29 de octubre de 2009

Esto acabó en el momento en que empezó.

Se me hace tarde, o pronto. Y esto es una espiral, va en picado hacia arriba. Siempre me sobraron palabras pero me faltaron alientos, ahora me sobran alientos y no queda nada que decir. Tu magia ya no me hace efecto, se va hacia el sur, a otra parte. (Cómo) voy a continuar.
Danzando entre seres-humanos, entre voces graves, voces agudas, miradas polares.




(Ya lo sé, para decir esto mejor quedarme callada...)

lunes, 26 de octubre de 2009

¡Sálvese quien pueda!

Puedo volver, puedo callar, puedo forzar la realidad. Puedo doler, puedo arrasar, puedo sentir que no doy más. Puedo escurrir, puedo pasar, puedo fingir que me da igual. Puedo incidir, puedo escapar, puedo partirme y negociar la otra mitad. Puedo romper, puedo olvidar, puede comerme la ansiedad. Puedo salir, puedo girar, puedo ser fácil de engañar. Puedo joder, puedo encantar, puedo llamarte sin hablar. Puedo vencer, puedo palmar, puedo saber que sin vosotros duele más. Puede ser que mañana esconda mi voz por hacerlo a mi manera. Puede ser que haga de la rabia mi flor y con ella mi bandera. Puedo torcer, lanzar, perderme en la obviedad.

sábado, 24 de octubre de 2009

Miel.

Voces. Humo. Gritos. Euforia.
Y miles de litros de gloria. Pasados olvidados dentro de un olvido en el que nunca pasa nadie. Y candados en cerrados en sus jaulas. No me preguntes si la luna está mirando porque el cielo no se hace responsable de sus actos. Luz-es. El cielo grita, los objetos susurran, y voces quebradas por el peso del pasado, por las cuerdas rotas, por los polos opuestos y las manos desgastadas, llorando llantos.

miércoles, 21 de octubre de 2009

Welcome to the night sky.

Cogí aquel tren entre resignado y desconfiado. No sabía hacia dónde, ni con quién. Al pisar el último escalón, tuve un pálpito; algo había cambiado.
Caminé entre sillones para cuatro forrados de pana verde y cortinas de pana verde. Suelos de madera en tablas, color claro. Había poca gente, los pocos que había se giraban cuando pasaba, extrañados, supongo, de ver gente nueva por allí. Eran gente vacía, triste, sin fuerza.
Pasé por muchos, muchos andenes. De echo, creo que es el tren más largo que he visto nunca. Llegué hasta el último andén, el más pequeño. Había una mujer, llevaba un abrigo y una bufanda verdes. Era pelirroja y tenía la piel pálida, pero sus mofletes estaban rosados a causa del frío. Parecía costumbrada a aquel lugar. Me miraba con desconfianza. Avancé y me senté al lado de la ventana, como siempre hacía. Esperé a que arrancara y, cuando lo hizo sentí que avanzaba rápido, muy rápido. Que todo daba vueltas. Después, nada. No ví ni sentí nada. Nada.
Horas, días, semanas, quizás, estuve así, entre dormido e inconsciente. Cuando desperté, me encontraba en una habitación de madera, en una cama. Me levanté y caminé hasta la puerta, esperando encontrar una explicación. Encontré a aquella mujer pelirroja sentada en el centro de la sala, tomando un café. Me miraba sonriente. Me acerqué.
-...Hola. Mmm, bueno, tengo unas cuantas preguntas en la cabeza-dije sonriendo.
-Jajaja. Me llamo Ágata. Estamos en Alaska, lejos de nuestro mundo. El viaje hasta aquí fue largo, cansado. Todos nosotros venimos mucho por aquí, para estar solos, para pensar, quizás, pero venimos, y nos separamos. Te he traido aquí porque, de no ser así, hubieras permanecido todo el tiempo en ese tren, y no es especialmente cómodo.
Sonreí, sonreí tanto que me hice daño. - Alaska...Siempre he querido ir a Alaska. ¡Oh! ¡Estoy en Alaska! ¿Tiene un nombre precioso, verdad?
Me sonrío y me llevó fuera. Había blanco, blanco y blanco. Y el frío te arañaba la cara, cortante. Me sentía más pequeño, sentía al mundo abrazándome. Salí corriendo. Gritando y viviendo-me. Sientiendo como cada parte de mi cuerpo sentía el frío cubriendome despacio. Y pequeños cachitos de hielo se colaban por debajo de mis pantalones, sentía las seis capas de ropa que llevaba encima, más un abrigo que valía por cuatro. Sentía la respiración limpia y mi risa sin cesar.
Entonces, paré. Volví a ''casa''. Ella estaba tumbada en la nieve.
-Somos pocos los que queremos venir aquí, somos personas difíciles. Yo estoy aquí porque siento que el frío me recoge, que me ayuda a relajar mis pensamientos. Estoy aquí porque mi padre siempre quiso estarlo y porque sabía que algún día llegarías, Otto.
Y entonces esperamos a que anocheciera, luego a que amaneciera, a que atardeciera. A esa parte del día en la que el cielo es morado. Esperamos a cansarnos de algo, o de alguien, pero a que llegara el momento. Alaska, suena a magia.

martes, 20 de octubre de 2009

Soy nulo y tú distante.

Acostumbrado a la vida ajetreada, a leer su propio periódico terminado unas pocas horas atrás, mientras cruza las piernas en uno de los sillones de Su Starbucks, bebiendo un café macciato, o una cosa así; el pedía café con leche, pero los malditos encargados se empeñaban en poner nombre a las cosas que ya tienen. Diré de él que prefiere estar solo, observar y escuchar, a veces el silencio. Diré que viste de traje, pero un traje marrón muy bien cuidado, algo corto quizás. Corbata verde y camisa blanca. Vive solo, con su gato, que también prefiere estar solo. Creo que lo único en lo que cree es en su trabajo, tiene una columna todos los días en El País, habla de Madrid, de qué le pasa al mundo, de los zapatos de cuero, de las mañanas de lunes. Odiadas mañanas de lunes, amargas y solitarias mañanas de lunes. Está tan metido dentro de sí mismo aparentemente, nadie habla de él, nadie se fija en el. Sí, bueno, no es especialmente atractivo, pero tampoco es especialmente no-atractivo, ¿sabes lo que te digo? a mí me gusta. Toca el acordeón, sí, el acordeón, suena magnífico...a eso de las...2, sube a la azotea y toca, es capaz de pasar la noche entera ahí arriba. Coge mucho el metro, todas las mañanas, todos los mediodías y cada vez que le surge algo. Siempre lleva un libro, le da igual estar de pie, que sentado, que aplastado. Siempre son libros extremadamente dramáticos y negativos, en los que cualquier ser humano hundiría, pero el se ríe. Lleva unas gafas de pasta negras, extra llamativas, creo que es eso lo único que hace que alguien se fije en él, la verdad. Yo, que soy su vecina y su única admiradora, que estoy ventana con él, sólo que conseguido que llame a mi puerta en vez de a la suya(un día en el que le esperaba su hermana en casa), y, a continuación, pronuncie ''Oh, disculpe''.

domingo, 18 de octubre de 2009

He escrito en la pared todos mis salmos.


En uno de esos brotes de expansión mente, he llegado hasta el otro lado de la habitación, mientras mis manos gritaban ''¡ya basta!''.
Y, hablando de habitaciones, recuerdo aquello de Mi habitación, tiene una herida en cada rincón. Pero hoy he hecho limpieza.

sábado, 17 de octubre de 2009

Esquimal.

Frío y distante. Encerrado, medido, calculado. Insensible. Retorcido, caótico. Interesado, misterioso, mentiroso. Frío, frío, frío, como tú sólo. Lejano, intermitente. Asqueado, podrido, roto, construido, reflejado. Ojosdegato. Capaz. Idiota, hipócrita, gilipollas, cabrón, te odio. Te quiero, a veces.
-¿Cómo estás? Cuánto ha pasado el tiempo.
-Sí, la verdad es que sí. Te veo como siempre...
-(Sonríe) Tú has cambiado mucho.
-¿Sí? Eso es bueno.
-No sé. Ya no me miras, no me buscas y te he perdido. Pareces feliz y me gustas. Y eso no me gusta tanto.
-Oh. ¿Te duele? Pues que te duela un poco más.

jueves, 15 de octubre de 2009

Regalo besos de hojalata.

Y yo, rodando a la vez que el mundo, con las manos en los bolsillos y desencorchando detalles, esperando a que un power ranger mate monstruos por mí.

miércoles, 14 de octubre de 2009

Devuele(te-me)

Rompí a llorar. Mientras sentía que me agarraba el alma y la pisaba. Que me retorcías, me inundabas de odio, de envidia y de rencor. Y todo aquello se rompió, se partió en dos, me quedé con la apariencia, con la risa y el fervor. Recuerdo su mirada camuflada en diferentes tonos que aplastaban. Fue decepción dentro de decepción propia y común, te intuía. Y mi error, cuanto dolió a pesar de ser inventado. Piensa en todo lo que construimos con lo pies, recuérdanos en profundos abrazos con el corazón. Recuerdo los pensamientos para dos y la profunda admiración que nos teníamos. Y ahora no haces más que pincharme creyendo que no me doy cuenta(y creyendo no darte cuenta tú). Cómo pasa el tiempo y cómo cambia las cosas. Somos como dos máscaras, dos marionetas, unidas por el pasado, por lo que fue y que ya no es, por lo que fuimos y no somos y por lo que dejamos de sentir. Y a veces te echo de menos. Qué curioso, echar de menos a alguien que está tan, tan cerca. En esa época sentía la amistad como nunca he vuelto a hacerlo. Y sí, te quiero. Creo. Pero no de verdad.

martes, 13 de octubre de 2009

¡Valiente!

Dices que el tiempo ira y vendrá, que no te parará. Que solo quedará la parte no obtenida del lugar. Este es el principio y el final. Remordimientos bajo tierra, corazones del revés, astronautas, el primero, el segundo, el tercero. ¿Cuánto queda? ¿Para qué? ¿De qué sirve esta espera inesperada de un por qué? Y con los ojos cansados, la mente cansada, el alma cansada, dormimos. Estamos aquí, con los pies pegados al suelo o a las nubes, pero estamos. Gánate algo, sé algo, vive por algo, sufre por algo, pero vive.





(Yo también quiero estar enamorada...)

domingo, 11 de octubre de 2009

Ella duerme tras el vendaval.

Después de todo aquel cielo azul con brotes rojos y lágrimas de acohol. Se deshizo ante la luz, ante la espera. Se transformó con el tiempo. Se camufló entre sexo, olvido y placer. El suelo se caía a medida que lo pisaban sus pies, y se sentía en el aire, entre el espacio y el tiempo, entre la distancia. No sé si escuchaba, si padecía, o si sentía. No sé cuando, ni donde, ni por qué. No sé su nombre, pero qué mas da, cada noche cambiaba. Y sus manos se deslizaban, se movían tan suavemente, tran frágiles. Excéntrica. Corre, espera, pasa, finge, grita. Y sólo por verte, mirarte. Sentirte y dejar que te alejes de tí, de vez en cuando.

sábado, 10 de octubre de 2009

Voy a romper las ventanas.

Cuatro mil días después de aquel año obcecado
detecto que al fin te dignastea cumplir con la cita inaudible,
y me alegro, y me enfado a la vez.
Después de estudiar con cuidado este caso
ejerciendo a la vez de fiscal y abogado,
de juez imparcial,
sentencio lo nuestro
diciendo que el fallo más grande
pasó por guardar solamente los días más gratos
y olvidar los demás.
Mirarte de frente.
Admito en voz alta,
que no pocas veces he sido tentado
en coger mi esperanza y lanzarla sin más a la fosa común
donde yacen los sueños que nos diferencian.
Tal vez ¿has pensado en renunciar?
Yo aún no.



Con esta canción empecé a Love of Lesbianear. Y qué bien sientan.

jueves, 8 de octubre de 2009

Timing is crucial.


Agitado, se sumergía en aquellas escaleras hacia abajo y en su mundo patas arriba. El sudor recorría cada poro de su piel y en su cabeza frases y frases chocaban unas con otras sin sentido alguno. Su respiración era cada vez más acelerada y paso a paso, se quedaba sin aliento. Cada escalón, cada movimiento, cada error, se unía al otro sin cesar. Dolía tanto el pasado, el presente y el futuro... Tantas imágenes grabadas hasta el fondo. Su vida era un laberinto sin salida, una espiral. El continuo esfuerzo por salir adelante había acabado con las ganas de seguir. El agotamiento psiclógico superaba al físico. La luz le dañaba considerablemente los ojos, y el alma. ¿Esto es la vida, sufrimiento? se preguntaba. Y las estacas clavadas en el pecho, el dolor emocional, los recuerdos abrasándole la piel. Su mirada llevaba tanto, tanto dentro, que dolía. Ayuda, no necesitaba ayuda, necesitaba irse, o morirse. Resultaba paradójico oírle hablar de la muerte sin cesar, como una posibilidad de tantas. ¿Cómo llegó hasta allí? ¿Cuál fue el principio del fin? Era...llegaba a ser tan sobrenatural su desvelo y su dolor, tan desesperante su jaula de cristal. Era tan caótico, era, como si llevara el peso de 500 vidas y 565 dolores del alma encima, como si en su rostro se escribiera un continuo pasado enjaulado.

Y su vértigo a la vida...

miércoles, 7 de octubre de 2009

Adicción contradicción.

Y entre tanto calor, tanto frío. Entre tanto cariño, tan poco amor.
O qué poco cariño.
Re-des-cúbrete.


lunes, 5 de octubre de 2009

Insomnia

Y en la fría y oscura noche, entre el insomnio y la locura; cerré el círculo de mi obsesión. Como cuando bailas entre dos ritmos, y te separas, te divides. Y me sentí, despacio, lento, a presión. Mientras mi voz se camuflaba. Parece que la noche me recoge. Tiré un montón de suspiros de tí por la ventana. Ahora recuerdo, echo de menos, extraño, siento, los momentos, la felicidad, el amor, pero no a tí, no eres tú la causa y no espero que vuelvas; no quiero que lo hagas. Te odio, cariño, siento odiarte tanto. Y bien sé, que el amor existe pero siempre cesa. Siento la vida, la vida me siente y es mía. Los segundos pasan, a veces tan lentos. Algun día pararé todos los relojes mentales y no-mentales y sonreiré. Es increíble la importancia que tienen las cosas materiales...
Soy demasiado cambiante y demasiado sensible.



Y ahora diré:
Música

domingo, 4 de octubre de 2009

Take me home.

Café. Vainilla. Cielo. Tu pelo. Espero. Azul. Chocolate. Mirada. Locura. Sabor. Labios. Rojos. Manos. Tacto. Luz. Flexo. Naranja. Nudos. Sonido. Ruido. Mezcla. Olvido. Desencanto. Adiós. Punto. Esmalte. Corta. Pega. Fuera. Nubes. Tiempo. Sueños. Fotos. Globos. Cables. Cruzados. Vidas. Palabras. Tornillos. Clavados. Fondo. Mangas. Espacio. Distancia. Espejos. Frente a frente. Voz. Es. No. Papel. Cartón. Piedra. Rota. Agua. Sal. Azúcar. Ruido. Locos. Piel. No. Cartas. Juego. Abrazo. Desenlazado. Vibración. Verde.
Mi. vida. conmigo. Sin. mi.

sábado, 3 de octubre de 2009

Ahora ya estás advertido, no te fíes de un animal herido.

Esperame dentro, que fuera me resfrío de tanta realidad. El otoño me enternece, me gusta. Los cientos de hojas secas por el suelo esperando a que las hagan crujir. Tanta lluvia. Frío. Desencorcho paredes de hielo. Me disfrazo de mí. Me diluyo. Puerta tras puerta, mundo tras mundo. Dos cafés para dos historias distintas.

Y abrir tu puerta de cuarenta y tres candados.

viernes, 2 de octubre de 2009

Infinita ingenuidad.

Que fuck. Que sólo quiero una conversación de verdad. Que si alguien más quiere hacerme daño que pida cita para la semana que viene, que esta está llena.

miércoles, 30 de septiembre de 2009

Día 913

Parece que el frío está llegando y la lluvia va avanzando. Me va bien, me conformo con el día a día. A veces me aislo de la realidad y entonces disfruto del aire fresco en la cara y mi sonrisa dibujandose. Todos los días cogo un autobús, o un metro; me relaja.
Me aterra no encontrar nunca lo que quiero. Es cómico, mis sueños son sentimientos. Es horrible arrepentirse de algo ya hecho y sin vuelta atras. Pero lo que es peor, es saber que lo que más quieres no existe. Estoy harta del calor. Odio estos días flojos en mi personalidad montañosa. Quiero gritar. O llorar muy fuerte. No me gustan estas lágrimas sin sentido. Si tuviera que definir mi estado ahora sería hipersensible. Me he estado observando y, bueno, me conozco desde hace mucho tiempo pero soy de esas que no se dejan conocer nunca del todo, y me da rabia. Mientras abro y cierro los labios, miles de labios se abren y se cierran conmigo. Hay mucho ruido. El portátil, esa guitarra, las teclas, el viento, los coches, la música...
Siempre he pensado que una de mis pocas virtudes es aquello de que me río tropecientas veces al día, y eso me ayuda.
Mira los semáforos. Como mueven a tantas vidas. Mira a tu alrrededor. Mira cuánta gente. A veces pienso en la verguenza, en por qué existe, si todos somos personas y nadie puede más que nadie. Pienso en las miradas ausentes y en las miradas tan fuertes, y me choca saber leerlas siempre, porque me duele.
Duermo trás todo aquello que no viví. Y no comprendo por qué pesan tanto las cosas que no hice. Si todo no pasó. ¿Por qué tenemos tanta envidia? Me duele cuando tengo envidia. Envidio a todas las parejas felices. Pero sólo a las felices, no a todas esas que se están poniendo múltiples cuernos mutuamente mientras se dicen ''sólo tú''. Tengo muchos dejavús, o como se escriba, demasiados. Es una tortura. A veces, me confundo y pienso que no estoy aquí, que estoy aquí, hace un año. Cuando era ella, y no yo. Y como gira todo a mi alrrededor. Tengo un nudo en la garganta. El nudo sube hasta la uno y, se deshace, o sale a la mar. A mi lado hay un montón de libros sin tocar. O tocados pero sin mucho uso.
Recuerdo esa frase de hace tanto tiempo(o quizás no tanto, pero para mí todo pasó tan despacio desde que te fuiste, que los días empezaron a contarse demasiado tarde) ''Dime, ¿me quieres entera o en porciones de deseo instantáneo?''
Y me quiero entera, gracias.

Me hieres mucho.

Estés donde estés, me da igual si estás en China o en Japón, seas quién seas. Te necesito, sí, necesito que, si existes, te acerques a mí, me dejes que te suelte en una bocanada de aire todo el dolor del corazón y del no corazón, y, abrazándome, me susurres al oído, sé a lo que te refieres, lo sé...






Y, que ese abrazo, me envuelva. Me reconstruya y me llene.

domingo, 27 de septiembre de 2009

Ella.

Ahora camina entre andenes y miles de trenes que nunca cogió. Y se le escapa la vida pensando que un día todo sucedió. Yo la recuerdo tan frágil pero tan fuerte. Tan bella. Suave en su enorme tristeza. Buscando aquello que nunca encontró. Sonriendo a extraños que no conoció. Decía que recordaba a aquel hombre del que no se olvidó. Y pasando entre tantas piernas y tantos brazos y nunca conforme, nada le inspiró; y ella a tantos...
Su aroma y sus labios. Recuerdo sus ojos, que cambiaban de sabor. Al amanecer miel y al anochecer cielo. Era fugaz, libre y ausente. De nadie. Y era tan bella. Recuerdo al alcohol y al humo que tanto espiró. Dejaba todo por el momento y por la pasión.
Tenía un profundo miedo a envejecer. Pavor. Siempre pensé que era por perder su belleza, pensaba que no tenía nada más que ofrecer. Cuando las arrugas inundaran su piel suave y su pelo abandonara el dorado para pasar a sin color. Pasaba tantas tardes paseando en la lluvia, empapando su cara. Adoraba el invierno. En verano no soportaba el sudor, el calor y el aire paralizado.


Un día marchó. Sin decirselo a nadie. Se fue sola, como llegó. Triste, como nació.

sábado, 26 de septiembre de 2009

Quiero estar lejos de casa, quiero estar lejos de casa...

Me gustaría que todo fuera más sencillo. Que los laberintos de emociones se colocaran en su sitio y que los pensamientos dejaran de moverse en círculos sin parar. Me resvalo por mi cuerpo hasta caer y me levanto con el tiempo ya aplastado en el bolsillo. Lo retuerzo. A veces la inseguridad me invade tanto que me aplasta, y me siento pequeña, más pequeña. Quiero palabras dentro de pensamientos susurradas suavemente en mis oídos. Sólo cariño o sólo contacto humano pero nunca más dolor. Sólo piel sobre la piel...
Mis días se camuflan. Se transforman a medida que se acaban; cuando llegan al final la realidad es mucho más grande que al principio. Me asusta tanto la debilidad que me escondo de ella, que solo la dejo pasar un rato luego la obligo a marcharse. Me desarma y yo me armo de valor con ella de lado. Las miradas infinitas. Quiero mancharme de color y lo consigo. El miedo a no encontrarme nunca del todo me amenaza con quedarse o con marcharse. Me molesta lo medido, lo pensado y establecido. Las normas al vivir. Prefiero el azar y romper el ''tiene que ser así''. Cuando mis manos y mis pies se acompañan y juntos saben hacia dónde ir.
Y el amor queda tan lejos...

viernes, 25 de septiembre de 2009

Últimamente no hay cosa que más me moleste que los pre-juicios. Las opiniones sin motivo de. Me invaden constantemente. La gente se pasa el día juzgando a los demás. La mentira es la reina del país, total, qué más da, si no se va a enterar. No somos de plástico. Al menos yo no. Y sí, bueno, quizás sea demasiado sensible o sentimental o todo lo que querais. Incordios y pensamientos. Sesupone que somos libres, ¿no? A mi me da igual que mañana traigas un sombrero rojo o que lo traigas verde.
Conclusión: A todos fuck you por igual.


Un día de estos intento escribir algo decente.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Y esto es todo.

No veo normal que me de miedo entrar en el maldito last.fm y ver la maldita música que ahora me rompe los oídos. No veo normal que haya tenido que borrar todos los malditos mensajes con los ojos cerrados. No veo normal que haya acabado con la maldita música del maldito ares del maldito otro ordenador. No veo normal que necesite odiarte para no odiarme a mí. No veo normal que me importes si ya no me importas. No veo normal que tus malditos ojos se claven en los míos y luego se caigan al maldito suelo. No veo normal que seas tan poco original. Pero lo que sí que no veo normal, es que ya no me acuerde de si te quería o era una maldita ilusión de una maldita idiota. No veo nada normal que siempre sigas, siempre sigas, siempre sigas ahí.

Dejándote aparte, hoy he empezado. He sentido la mirada de todas las de clase mirándome mientras conspiran sobre mi persona, como todos los años. Que quieras que no, te hace sentir importante. Hasta que te das cuenta de que se han metido en una conversación solamente con los ojos. Empiezo a clasificar cómo es cada uno y qué profesor es mejor que otro. Pongo a prueba todos los rumores. Aquello de bajar o subir las persianas a medida que transcurre el día y la magnífica sensación del aire fresco en la nuca. La gente nueva y la vieja. Como han crecido todos y como siguen todos igual. Los pasillos y los conserjes y las risas entre clase y clase. Vosotras. Las vueltas a casa y las abundantes planificaciones.




Quiero que haga frío de una vez. Que estamos en otoño, por favor.

martes, 22 de septiembre de 2009

A veces retrocedo lo que nunca quise andar.

Tiempo. Que si parece que fue ayer. Que si recuerdo cuando. Que si echo tanto de menos. Él todo lo mueve, lo manipula, lo termina cuando está listo, o cuando todavía no lo está. Creando esperanzas, nostalgias y melancolías. Ojalá parase y ojalá pasase muchísimo más rápido. Ojala volviese y ojalá se fuese. Cuánto tiempo congelé sobre mi mano y cuánto tiempo me quedé tendida sobre sus zapatos.
Me recuerda que una vez estuve cerca de perder la identidad. Y corría en lugar de caminar. Tropezaba en lugar de esquivar.





No me mientas nunca...

domingo, 20 de septiembre de 2009

Dejarse llevar suena demasiado bien.

Sólo somos personas. Diferencias y actitudes. Presentes, pasados, futuros. Prejuicios. Miedos. Viento al pasar. Muerte, vida y dolor. Sin dolor no habría vida ni flor. Tanto quejarme de él mientras dejaba que me envolviera. Qué rápido cambio de un sitio a otro. Mientras, veo como el mundo sigue igual, girando y haciéndolo despacio, para recapacitar, mientras se agarra al pasado, mientras se aferra. ''Todo tiempo pasado fue mejor''. No. Tenemos que avanzar, que progesar. Otras perspectivas, conocer gente y cambiar de mente, de imagen y de ser. Quemarte y luego hecharte agua. Agua no demasiado fría. Cómo me gusta el frío pero qué melancólica me vuelve. Me recuerda en exceso al año pasado. Pero me gusta. Y la lluvia, ¡oh! la lluvia. La de catástrofes que causa. Peinados destrozados, paraguas desenjaulados, cristales mojados. Mi cara de tonta perdida. Me encanta.
Como rollos de papel. Vamos girando y girando, hasta que nos acabamos.

Son casi las cuatro. Vetustarecorrelospasillos.

martes, 15 de septiembre de 2009

Te odio por tu boca que carece de verdad.

Te odio como nadie en este mundo te odiará.
Te odio como no se puede odiar a nadie más.
Te odio porque siempre sigues, siempre sigues, siempre sigues, siempre sigues ahí.

lunes, 14 de septiembre de 2009

Y un arsenal de pacienca y celos, nos recuerdan:

Tenemos lo que merecemos.

Hazme feliz. Desata mis pasiones. Que aunque el camino sea largo, sigas esperando la llegada del otoño para verme. Quiérme, de arriba a abajo, de izquierda a derecha, mañana, tarde y noche; eternamente. No te gastes nunca. Písame los talones, escondete en mis cajones, llename de emociones, de sensaciones. Escápate conmigo. Sé de verdad, déjame tocarte el alma. Saboreame, saboreate conmigo. Escúchame. Dime que me quieres y que me necesitas, que todo irá bien, que tenemos todo el tiempo del mundo. Completame, llena el vacío del otro lado del corazón. Congela el frío a mi lado, desafíale, abrazame mientras le asustas. Dime la verdad, ponmela en la mesa junto al primer plato, ayúdame a sonreirla, y a sonreír a secas. Créeme en mis noches de desvelo. Permanece. Gástame y vuelve a gastarme, las veces que quieras. Pronunciemos amor. Arrópame. Bésame mientras me quieres, quiéreme mientras me besas. Toquemos suelo y cielo. No me hagas necesitarte siempre, no me hagas tener miedo a perderte. No resultes una utopía. Entiéndeme, pégate a mi. Que sea nuestro secreto, nuestra esperanza, nuestro desvelo y nuestra añoranza. No me hagas llorar, no sufras por mí. Seamos nuestros, nuestras vidas. Hablemos durante horas y horas mientras nuestras mentes se acercan paso a paso. Te ensañaré a amar eternamente. Creemos algo que sea para siempre, que no se gaste, como el aire, o aún mejor.
Aparece, ¡ya!
Y aunque me duela admitirlo. Ansío amor. Aunque no debería, aunque no necesito apoyos. Ansío amor.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Cuatro mil días después de aquel año obcecado.

Con las manos cubiertas de miel y el deseo repleto de sed. Después de aprender la función del corazón y la presencia del dolor. Tras desgastar todos aquellos gritos y envasarlos al vacío. El tiempo sique sin pasar. El aire recorre la misma dirección, agotado de tanto respirar. Corre buscando un encuentro hasta la despedida.

Mirarte de frente, admito en voz alta que no pocas veces he sido tentado en coger la esperanza y lanzarla sin más a la fosa común, donde yacen los sueños que nos diferencian.

viernes, 4 de septiembre de 2009

Y entre tanto barro...

Humo. Mirada perdida y bolsillos llenos de billetes directos a ninguna parte. Tu único triunfo fue el dinero. Cuántas putas compraste. Cuántos labios malgastaste. Estabas enfermo, enfermo de tanto odiar, de tanto consumir(te). El tabaco era tu alivio, recurrías a él constantemente. Tus manos temblaban, cuando esperabas, cuando te disponías a establecer cualquier conversación. No amaste nunca, quizá fue eso, frialdad afectiva, diría Ray. Disfrutabas con el sufrimiento ajeno, disfrutabas destrozando vidas y rompiendo lazos. Era una especie de venganza, lo que tú nunca tuviste. El sudor de aquella chica al sentir tus manos en su espalda, la ambición, el deseo, el placer, pero nunca él, nunca el amor. Tu risa era estridente. Puede que, quizá, llegaras a algún sitio con aquellos ojos, con aquellas manos...

lunes, 31 de agosto de 2009

Me quiere. No me quiere.


No me gustan las margaritas. Quizá porque me mienten, quizá porque me dicen la verdad.

miércoles, 26 de agosto de 2009

Oh, baby...

Quiero que haga frío. Y volver a tomar café sin hielo. Comprarme unos guantes y luego cortarles la punta de los dedos, aunque sea una estupidez. Quiero que mi nariz se vuelva roja de frescor. Que llueva de vez en cuando y calarme hasta los huesos de sucesos. Llevar cincuenta capas y no encontrar sudor. Colgar el abrigo en el perchero, dejar la bufanda por los suelos. Encontrar calor en los rincones, llenarlos de emociones. Descorchar el hielo de los botones. Quiero labios amoratados, abrazos que me den calor. Recoger colores y pegarlos por las paredes. Reírme de la navidad. Sonreír por las mañanas, que se hielen las ventanas. Suspirar, mirar, esperar, aparecer y desaparecer. Enfrascar fracasos, romperlos, desatar los lazos. Llover, oler la lluvia. Quiero frío, engancharme a él.

domingo, 23 de agosto de 2009

Y en adelante, seguí

Cuando el miedo abismal pasó a ser un frío glacial. Cuando la sonrisa empezó a confundirse con la risa. Cuando llanto y dolor se fundieron en la misma frase. Cuando el tú y el yo empezaron a distanciarse. Cuando tus ojos me nublaron la vista. Cuando las noches en vela se llenaron de todo menos de mí. Cuando no me encontré por ningún sitio. Cuando mi independencia se quedó sin el "in". Cuando las mañanas despertaron sin cielo. Cuando se me fundieron las palabras en el aire. Cuando no ví más que recuerdos por las paredes. Cuando creí que la realidad era ficticia. Cuando las promesas se cayeron a mis pies. Cuando los besos dejaron de verse en las esquinas. Cuando ví a dos personas en una. Cuando el espejó dejó de verme por allí. Cuando se me rompió la razón. Cuando llegué a sangrar de dolor. Cuando tu olor empezó a aparecer sin tu cuerpo. Cuando perdí sentido y opinión. Cuando le grité al corazón que dónde estaba. Cuando te quería por la mañana, por la tarde y por la noche. Cuando los días empezaron a tacharse sin razón. Cuando te ví lejos de aquí. Cuando presente fue con pasado pegado al lado. Cuando la esperanza dijo, no me muevo de aquí. Cuando no creí lo que ví ni ví lo que creí. Cuando las personas sólo eran murmullos a mil kilómetros de mí. Cuando mi cabeza se llenó de todo lo que ocurrió. Cuando se llenó de todo lo que no ocurrió. Cuando la nada sucedió. Cuando comenzó a escribirse solo un "te echo de menos" a principio de conversación. Cuando te quise hasta rabiar. Cuando la vida se convirtió en herida.
Entonces,
Me conocí. Y conocí el sabor de saber vivir por mí, sin necesidad de tí, ni de ellos.

sábado, 22 de agosto de 2009

Sentada frente al mar,

Mientras el mundo gira
Paseantes que, tranquilos, dejan su huella en la arena. Una niña juega a las palas en bragas; ¡Qué lujo eso de tener 4 años y hacer lo que te apetezca sin levantar miradas asustadas hacia tí! ¿Qué pasaría si yo hiciera lo mismo?... Hasta yo llamo loco al loco de la playa, ese que canta a grito pelao' sus canciones sin ningún tipo de verguenza. Probablemente sea de las mejores personas de por aquí. Y lo más seguro es que no esté loco. Los locos somos nosotros. Yo llevo una sudadera y unos pantalones cortos, en pleno Agosto y plena playa, es una pena.
Cambiando de tema, mi familia no entiende a los emigrantes. Me siento incomprendida, y precavida, suelto mi opinión. Por un momento creí que a cambio iba a recibir un "Tú que sabrás...", pero me miran, comentan, y siguen con el tema.
Pero lo que realmente me ha sorprendido hoy, es que alguien pueda estar casi un mes utilizando acondicionador en vez de champú, y no darse cuenta. Bendita adolescencia...

lunes, 17 de agosto de 2009

Vértigo.

Descuida, sobra tiempo. Aunque me arranque la piel de deseo. No importa que aparezcas de nuevo, un instante. No te quiero aquí dentro demasiado tiempo. Me arrastran impulsos y me desbordan emociones. Me da igual no volver a encontrarme conmigo en un rincón. Sé que el fuego sólo va a quemarme la piel; y que si me cubro de hielo costará que traspase. Tengo el corazón al otro lado de la habitación, derritiendo el frío a golpes. ¿Por qué tiene que decirme algo tu sonrisa si sólo estás enseñandome los dientes? Añora, otros tiempos y otros constantes. Creo que hablo en otro idioma, o que aunque utilice el mismo código nunca conseguirán comprenderme. Colores. Pinceladas de color. Extraños con años de experiencia. Descuida, ya estoy muy lejos de aquí.

domingo, 16 de agosto de 2009

Manojos de perder

Olías a vainilla. Sabías a vainilla. A una mezcla de vainilla y canela. Y eso me gustaba. También tus noches en vela y los cientos de cigarrillos que te fumabas al día. Tu manera de hablar. Tus ropas anchas, tus labios. Y como te mordías el labio inferior. Cuando te sonrojabas y cuando no podías evitar sonreír. Cuando te enfadabas. Tus besos, la pasión que derramabass en cada uno de ellos. Tus rizos, la forma en la que caían. Me encantaba que no pararas de hablar en todo el día. Tus manías, todas ellas. A veces, nos tocábamos con los ojos. Nos abrazábamos a la música. Aún, cuando cierro los ojos, recuerdo tu silueta, cuando, en plena noche, despertabas y, con un cigarrillo entre dos dedos, observabas como quitaban las calles. No supiste soportar mis locuras. Mi libertad. Las almas que tocaba con los dedos. Y sé, que aunque me entiendas, no era mundo para tí. Buscabas besos fieles, amores eternos y verdaderos...¿verdaderos? Nuestro amor fue verdadero; te amé como pocas veces supe hacer. Sólo esperaba un poco de tus ojos y algo de tu corazón. Retenerte el mayor tiempo posible...











Escribí cientos de historias enamoradas por si en alguna, caía yo...

martes, 11 de agosto de 2009

Invierno. Frío aniquilador. Piel pálida y pómulos rosas. Abrigo, bufanda. Me querrás tanto como te querré a tí. Seremos felices. Me abrazarás, mirarás mis ojos y susurrarás: "Al fin te encontré." Soñaremos nuestra vida. Pero nuestra vida será un sueño. Tocarás la guitarra, inventarás versos que rozarán tus labios. Tus manos serán suaves, a contraste con las mías. Nuestros silencios serán tan bellos que no valdrá la pena llenarlos de palabras. No necesitaremos nada más. Veremos el mundo en una pompa, con perspectiva. Yo seré tu luna y tú serás mi sol. Llenaremos Madrid de besos, en cada esquina. Nos veremos al alba, cada día. La única melodía que escucharé será tu voz. Me cantarás. Me contarás lo que no me cantes. Nuestro amor será eterno. Como tus ojos, que tampoco tendrán fin. Tu sonrisa será mi musa. Nos conoceremos por una casualidad enlazada a otra casualidad; quizás porque cogemos el mismo autobús, o porque coincidimos a las 7 en clase de inglés, o sencillamente un día te encuentro por la calle y me preguntas: "¿Dónde has estado todo ese tiempo?".


Ayer tuve un año más. Realmente, es un hecho sin importancia. Como los días, un día más, un añó más. Sin embargo, antesdeayer, tenía un año menos que hoy. No fue especial ni distinto a los demás días, pasó, como el resto.

lunes, 3 de agosto de 2009

De frambuesa y piña, por favor.

Creía en la magia, en las casualidades y en el amor. En la gente y en las leyendas, y en aquello de que los sueños siempre se cumplen si los deseas con mucha fuerza.
Su sonrisa era tan dulce, que hacía derretirse a los caramelos. Todas las tardes de domingo, tomaba un helado de frambuesa con piña mientras escuchaba al músico de al lado del lago. Se enamoró de canciones, de miradas, de sonrisas, de sabores, de besos, de personas, de lugares, de sueños...se enamoró de noches y de días, de manos, de caricias y de esperanzas. La vida se enamoró de ella y ella la correspondió. Por las noches, hablaba con las estrellas, les confesaba sus secretos. Le encantaba bailar, y lo hacía muy mal, pero ella sólo veía a sus pies moverse de un lado a otro. Su madre siempre le advirtió que no debía sonreír a desconocidos por la calle, sin embargo, ella no veía ningún inconveniente en hacerlo. Adoraba a su madre; cada día, cuando terminaba sus "tareas diarias"(ella consideraba realmente divertido todo aquello de la vida cotidiana) se acercaba a visitarla y charlaban durante horas, de la vida y de la gente, y de los sueños. Vivía en una pequeña casita cerca de la heladería. La llenó de velas, para atraer la magia. Pasaba horas mirando por la ventana, viendo a niños gritar y saltar, a ancianos pasear y a parejas cogidas de la mano. Cuando llovía, bajaba corriendo por las escaleras, se quitaba los zapatos y esperaba hasta que el vecino de en frente, el viejo Gus, le gritara "¡Entra a casa, niña, que te vas a resfriar!", y entonces, ella, le guiñaba un ojo y entraba a casa a darse un largo baño de agua caliente, con las luces apagadas y las velas encendidas. Cantaba, todas la horas del día, hasta que se le agotaba la voz. Escribía, demasiado, hasta que no encontraba más palabras debajo del papel. Amaba a La Luna, decía que era realmente preciosa. Olía a frescura, que a veces se confundía con olor a alegría. No usaba tacones, pero sí vestidos, muchos vestidos, y faldas, muchas faldas, de todos los colores. Vivía de la vida, y su gran sueño era soñar siempre. Hasta que, un día, La Luna la visitó y ella se fugó con ella. Cuentan que visitaron al Sol, y que recogieron muchas estrellas. Cuando volvió, se encontró con una casualidad, y ésta, le presentó al amor, que nunca la traicionó.

sábado, 1 de agosto de 2009

Aquí, lejos de la sociedad.

Amanece frío, a estas alturas del verano. Las persianas se han encogido hasta esconderse. El espejo dice "buenos días, señorita". Mientras bajo por las escaleras, miradas congeladas me observan modo fotografía. El suelo está frío y mis pies descalzos. Croissant, recién sacado del horno. Llueve a mares. El suelo hace muecas y el viento mueve lo que le apetece. Salgo a empaparme, a escuchar al barro florecer. Unas voces cantan "precaución". Las gotas de agua me acarician, susurrándo versos por mi piel. El marcador indica "cero-cero".Mi letra escribe por mí y mis pasos me acercan al sol. Dicen por ahí que esta noche las estrellas se quedan fuera, no se van a dejar ver. Me he guardado unos cuantos recuerdos en el bolsillo y he tirado al mar algún fracaso. Marea me dice que pa tocar el corazón, es mejor no abrir la boca, y yo, me dedico a cantarselo al poco mundo que tengo cerca. Dice la luna que no duerme, que espera al sol, que le prometió que volvería. A veces, me gusta acordarme de ti, pequeño. De tu sonrisa y de tu manera de mirar(me), de tu descaro y de lo mucho que me ayudaste a olvidarme de todo sin querer. Y yo, me conformo con papel y sueños.

Dulce mentira para dos.

-Dime, ¿cuánto tiempo hace que no amas?
-...¿Que cuánto hace?
-Sí, ¿cuándo fue la última vez?
-Esa es una pregunta estúpida.
-¿Por qué? Respondela de una vez.
Se quedó callado, mirándola, y luego apartó la vista. Encendió un cigarrillo.
-El amor no existe, eso deberías saberlo. Todo es una mentira, niña. Es sexo, atracción... ¿Amor? El amor se lo han inventado para justificarse, para que quede más bonito, ¿entiendes?
-¿Cómo se puede ser tan frío? ¡Y tan mentiroso!...A ti te han hecho daño, es eso, ¿no?
-Cállate, niña, cállate. No tienes ni idea, de nada. Ni del amor, ni de las mentiras, ni de mí. Así que lárgate.
-¿Por qué tienes tanto miedo? ¿De qué? ¿De tí? ¿De que te hagan daño? Negando las cosas no llegarás a ninguna parte. Crees que esa capa de frialdad te servirá como escudo, que nada puede traspasarte. Eres una persona, y las personas sienten, aunque te duela.
-Pobre ingenua... ¡Vete! Vuelve a tu mentira cotidiana. Vamos, ¿qué haces aquí todavía, niña?
-Todavía la amas, todavía la amas y por eso te mientes...
Se levantó de la silla y corrió hacia ella, se paró a unos pasos. Estaba furioso.
-¡¡Cállate!! ¡¡Vete de aquí de una vez, niñata!!
Ella, todavía en calma, volvió a mirarle a los ojos, y se fue.

domingo, 26 de julio de 2009

Respira.

Me encanta como se deslizan las palabras debajo de mis dedos, como vuelvo a leerme y encuentro cierto sentido. Esta sensación de libertad, de estar aquí y allí y a la vez sentirme cerca. Mirar a mi alrrededor y ver personas, caminando deprisa, despacio, ansiosos, tranquilos, felices, enamorados. Verme a mí, desde dentro. Alegrarme de alejarme por un tiempo, de respirar otro aire y otros pensamientos. Más mundo.
Estoy llena de casualidades, es más, la vida es una casualidad, todo está creado por pequeñas, o grandes. De mayor, crearé una tienda de sueños, y otra de casualidades, y además las venderé a cambio de abrazos.
Siento y respiro, y me siento viva y completa, y todo me llena y nada me importa, hoy, creo que el mundo es un poco más...bello, sí.

viernes, 24 de julio de 2009

"El olvido está lleno de memoria",

dijo M.Benedetti.
En asuntos del corazón, siempre me he basado en miradas; no eres nadie si en tus ojos no encuentro el brillo determinado.

Últimamente repelo el contacto físico, de todo tipo. Puede que no haya dado con la persona indicada o que mi subconsciente crea que si alguien se me acerca demasiado puede llegar a causar destrozos.
Hace tiempo que sueño con un desconocido, alguien que un día llegará, o que se quedará en mi interior, de manera que no se podrá escapar nunca.
Leí en un libro que cuando empiezas a planterte si quieres o no a alguien, es que has dejado ya de hacerlo.
En cuanto a mi corazón...se creó una especie de escudo, de esos en los que rebotan las pedradas, sabes ¿no? Y desterró a unos cuantos, con la excusa de que les había pillado robando, que le estaban dejando en ruinas.

miércoles, 22 de julio de 2009

¿Volamos? ¡Pero abre los ojos!

Agua. Luz. Césped. Toallas. Risas. Más risas. Vosotras. Vosotros. Nosotras. Noche. Adrenalina. Música. Euforia. Son.risas. Miradas.
Me encanta alejarme del mundo. Conocer tanta gente en tan poco tiempo. Sentirme diferente.
Me encanta recordar tonterías y reirme sola. Esta locura que llevo encima últimamente. Este no miedo. Esta libertad.

Hacía mucho que nadie me intimidaba de esa manera con la mirada.

Pero qué poco me conoces.



Gracias, podria decir...pero sonaria a la típica actualización de niña tonta. Jo.

jueves, 16 de julio de 2009

Can we have another picnic on a sunny day?

Es jueves y tendría que haber empezado a hacer las maletas, en unas horas estaré a unos cuantos kilómetros de aquí, conociendo gente nueva y trasnochando sólo por hablar con Paula.
Seguiré soñando y creyendo que algún día cambiaré, derritiendo el frío a golpes, estudiando cada mirada hasta tocar cada alma, seguiré siendo aquella chica de ojos oscuros que habla poco. Buscando formas de encontrarme. Creo que llevo unas gotas de tristeza incrustadas en el pecho que no me dejan escapar. A veces conecto con personas, con personas contadas que suelen las menos adecuadas para mí, o así es según el mundo. Pero realmente, ¿qué importa el mundo? Nadie sabe qué hace aquí y por eso todos recurren a un Dios, a una razón, una justificación de lo desconocido. Me gusta pensar que puedo, que puedo porque quiero. Que tengo que cambiar, pero, todo es una lucha constante. ¿Por qué somos tan incomformistas? Tengo la sensación de que todo lo que he hecho siempre, lo he dejado a medias, creo que por eso me cuesta tanto soltar las cosas. Y qué asco dan las despedidas. Nunca son lo suficientemente largas, siempre queda algo por decir y a veces incluso no aparecen. Pensando que ya no pensaba en ti, te recordé. Quizás porque cada día me decepcionas más sin darte cuenta o porque algún día tendré que olvidarte. Aunque nunca lo haré del todo...
Un día seguiré con aquella historia que apareció un día en mi cabeza.

lunes, 13 de julio de 2009

Qué coño.

Has mirado a tu alrededor, dejando atrás varias etapas. Sucediendo, resurgiendo. Esta eres tú, estás aquí, aunque a veces no lo parezca, aunque estés intermitente. Tienes dos mundos paralelos, en uno de ellos estás segura, en el otro, sin embargo, tienes miedo, desconfías. A veces, tienes que acercarte tanto al otro mundo, que el esfuerzo acaba con una parte de ese miedo, y le sonríes. Pero...atenta, mira hacia atrás...¡no! No te conformes con la primera parada, busca en la segunda. ¿Te ves? Te sentías tan pequeñita...Aquellos días vivías en un único mundo, sólo conocías miedo, te empapabas en él, como en un pozo. Con el tiempo dijiste adiós. Ahora mira aquí, ¿ves? estabas en blanco, en monotonía. Pasó, y entonces, todo hizo...¡PUM! Vino tanta luz y tanto fuego...A veces, alguien te susurraba al oído que ibas a perder el juego, y que, tan pronto como había venido todo, se iba a ir. Y así ocurrió. Inquieta, te tiraste al pozo, para no ver el sol, ni tampoco el mundo, eras tan débil que parecías de cristal. En cambio, mira aquí. Sientes que puedes, y puedes. Sientes rojo, y sientes azul. Y, ¿sabes qué? Que creo que podrás vencer al otro mundo. Que creo que sembrarás de nuevo confianza y esperanza, que creo que volverás a creer. Que todos los mundos serán seguros para ti, que los harás tuyos.
Que, con el tiempo, comenzarás
A romper las telarañas de tu corazón.
Aquí está la fuerza, ha llamado a la puerta...dice que se queda aquí, que no se va.

domingo, 12 de julio de 2009

¿De qué tienes miedo?

Si el lobo está enjaulado...

lunes, 6 de julio de 2009

Desordenada

Des-ordenada. Como mi habitación. Como mi vida.
He pensado en dejarlo, el escribir, por un tiempo. Pero sé que volveré...ya que no puedo expresar a nadie lo que siento, tendré que dejarlo aquí, hasta que no lo necesite.
Me pudres, ¿sabes? Es tu culpa...pero es la mía. Es ridículo, siempre te acusé de no dejarme marchar, y ahora, que te da igual si voy o si vengo, que no sé nada de ti aparte de lo que dice el mundo, que estoy segura de que soltarás un "yo con esa ya no hablo...", que si nos cruzamos por la calle bajarás la mirada, yo sigo aquí. Tampoco te pido que vuelvas, es mucho esfuerzo. O será que no me gusta admitirlo, será que me convenzo de que no te espero porque tú eres el que pasas. Será que me gusta sufrir. A lo mejor un día te vas de mi cabeza como te fuiste de mi vida. Tengo miedo, ¿y si no sé desengacharme?. Dicen que el tiempo lo cura todo, tiempo hay por todas partes. Siempre he pensado que nos encontraremos dentro de mucho tiempo, que tú seguirás igual de cabrón y yo igual de gilipollas, que tú me pararás por la calle y se me formará un nudo en la garganta, que me sonreirás como hacías siempre, pero como si nunca hubiera ocurrido nada, que me quedaré perdida en tu mirada como me ocurrió al conocerte, que acabaremos susurrándonos, aprendiéndonos, queriéndote, pero sólo una vez más, y entonces dejará de perseguirme tu recuerdo, cerraré con llave tu apartado.

Seré yo y mi orgullo, parece que cada vez permito menos gracias. Me da la sensación de estar echando a todo el mundo de mi lado. Creo que estoy hecha para estar sola, sinceramente. Tengo cambios de humor demasiado bruscos que podrían alterar las situaciones. A veces me encuentro conmigo misma en una esquina y entablamos conversación. A lo mejor he empezado demasiado rápido, ya sea a sufrir, o, por si suena demasiado débil, a sentir. Será que mi madre siempre me creyó una adulta y me acerco demasiado a todo, hasta el punto de que queme. Aunque no lo crea, el mundo es demasiado grande para mí, y tendría que esperar, supongo que lo que espero conseguir siempre es dos veces más grande de lo normal. Si fuera como las niñas de mi clase viviría en un país multicolor. No lo prefiero. Prefiero ser diferente, prefiero elegir y enjuiciar. Y me construyo a mi misma a cachos. Desordenada, des-ordenada. Mirar alrededor y sentirme acompañada del movimiento. Me propongo conocerme un poco más cada día, cada experiencia. Quemando etapas, y sin quemarlas, con el fuego a rás. Creando vidas ajenas, personas que no aparecerán más que en mis sueños. Ojalá. Preocupándome y despreocupándome. Acercando mis pies al suelo, hasta que toque tierra, pero mientras tanto, sin alejarme demasiado, que por peores tiempos he pasado y nada es demasiado importante. Pobre ingenua de mí...



¿Y si...?

domingo, 5 de julio de 2009

Me gusta.

-La lluvia.

-Pisar hojas secas.

-El frío, cuando voy abrigada.

-El sol.

-Pasear, que no andar.

-Observar.

-Viento suave cuando da en la cara.

-Mi música.

-Ver pelis caseras.

-Llorar durante media película.

-Sonreír sin querer.

-Leer.

-Escribir.

-Sacar recuerdos viejos de esa caja.

-Mirar directamente a los ojos, y que rehuyan en el acto.

-Charlar durante horas.

-Cuando creo que conozco a alguien.

-Batido de fresa.

-El morado.

-El azul.

-Las cosquillas.

-Reír sin parar.

-Abrazos.

-Descubrir.

-La piel pálida en invierno.

-Entender comportamientos.

-El silencio.

-El mar, las olas.

-Ver fotos antiguas.

-El granate.

-Estar sola, a veces.

-La corteza de los árboles.

-Los músicos.

-La orilla del mar.

-Las parejas.

-El número cinco.

-El volleyball los martes y jueves.

-Las costumbres.

-Madrid.

-La luna.

-El café..

viernes, 3 de julio de 2009

Broken bones, broken..

Tú, que nos encerrabas en tus gritos y golpes contra el pecho, roto corazón podrido. Cuánto daño causaste. Siempre te he encontrado en pesadillas, en llantos. En gritos de ira contenida que retumbaban mis oídos, que aún recuerdo. Eres el reflejo del terror, del miedo, del rencor. Eres tú, y tus otras dos caras en un mismo cuerpo, encerradas y escondidas para el público. Eres lo que has visto y lo que has vivido, eres el miedo a ti mismo.
Miradas de reproche. No puedo perdonarte, ni quiero. Deberías haber representado todo, debería haberte querido y haberte seguido, pero me avergüenzo. Me avergüenzo de ti, cobarde. Y te busco en otras almas y otros cuerpos, otras vidas, sin razón.

jueves, 2 de julio de 2009

Asco das. No, no lo das.

Uno de Julio.
Parece que fue ayer cuando me esperabas sentado en aquel bordillo de Pinar de Chamartín con tus vaqueros y tu chaqueta de rayas. Cuánto he cambiado desde entonces. Y tú...creo que fue en ese tiempo y sólo en ese momento cuando fui capaz de ver en ti a alguien capaz de creer y de sentir. No sé quién te hizo daño ni en qué parte de tu vida, pero sigo creyendo que tienes mucho que contar, que tú no fuiste siempre así.
Llevo meses aprendiendo a no tenerte y a aceptarlo. Has acabado con las ganas y el esfuerzo, te los has llevado por delante. Te daría las gracias, te pediría perdón y te escupiría en un mismo gesto, contra el pecho. Todavía no me has perdonado todo aquello, y no lo harás, por injusto y doloroso que resulte.
Ya que no te tengo, prefiero no tenerte a cachos, ni a veces. Me duele tu ausencia a medias. Si de verdad lo deseara te pediría que desaparecieras de mi vista, que no me volvieras a saludar si pretendías hacerme daño a principio de conversación. Pero sí, prefiero saber de ti lo imprescindible.
Nunca me atreví a escribir tu nombre, no eras mío. Puede que la primera letra se asomara, pero no llegaba a más. Sentía una extraña verguenza, parecida a lo que me causaba el mundo al vernos.
No sé que hacer con esta sonrisa y estas ganas de llorar traducidas en un mismo gesto, no sé qué representan. Creo que se despiden de tus ojos, creo que pronuncian un adiós. Sin embargo, siento una alegría que no había experimentado desde que te fuiste a principios de Febrero sin recursos ni justificantes de ausencia. Aquí seguirás, dentro, aunque no te vea ni me acuerde de tu olor ni de tu voz, aunque no las vuelva a oler ni a escuchar, puede que porque un día te empeñaste o viceversa.
"Donde siempre como siempre, ¿va?"
Quizá en otro tiempo y en otro lugar. O quizá no.



Te lo diré en otra vida.

domingo, 21 de junio de 2009

Atame al suelo

Háblame del Sol y de la Luna. De todas tus locuras. Sáname las heridas, córtame las riendas. Llévame lejos de aquí, vamos a nadar en dunas. Abrázame, abrázame fuerte, muy fuerte. Llórame tus miedos, sopla tus secretos y ayúdame a cambiar de rumbo. Rózame los labios con cuidado para que no se rompan. Vísteme con besos y vístete tú también. Llena mis silencios de palabras. Cúbreme de verde, amarillo, rojo, azul, y blanco. Contemos nubes y estrellas y partámoslas por dos. Yo ya me he inventado mil historias, ya he buscado en la esquinas nuestros y besos que al parecer se llevó el tiempo. Ya he gastado tu fragancia hasta no saber buscarla. Ya he llorado tus idas y venidas, ya he reído tus sonrisas. Y al parecer, un paso más; ya no espero que vuelvas.
Líbrame de nuestro amor imposible.

sábado, 20 de junio de 2009

Y persisto en el empeño de seguirte,

Aunque mis ojos caigan derrotados.

miércoles, 17 de junio de 2009

Dice que destruye todo...

Me agoto de ti. Me agotas, vete ya.

Me siento sola. Supongo que siempre me he sentido sola. También supongo que siempre lo haré. Nunca encajé del todo en ningún sitio, o nunca lo sentí. Silencio. Soledad y distracción. Algún día aprenderé que las palabras son sólo palabras y las personas son sólo personas. Le solían decir a mi madre "uy, que niña más seria", a mí siempre me molestó, siempre lo negué. No me aceptaba ni siquiera yo. Él siempre sonreía. Con el tiempo aprendí. No creo que las sonrisas sean tan baratas como para regalárselas a cualquiera. Me gustaría llegar a ser tan fuerte que dejaran de importarme las personas, que fueran sólo pasajeros, que su marcha no causara daño, porque siempre se van, siempre. Vives para tí, estudias para tí, trabajas para tí, te diviertes para tí, te enamoras para tí...Los demás no deberían importar, deberías importarte tú. Y no me refiero a no ayudar nunca a nadie, ni a no relacionarte, me refiero a que ellos deberían causar en tí la emoción del momento.



Dice que destruye todo, eso que dejas pasar, y te deja los recuerdos, los que más te harán llorar...

martes, 16 de junio de 2009

Dime, ¿me quieres entera o en porciones de deseo instantáneo?

Ábreme, párteme en dos. Quema cada fibra de mi piel y sóplame en los pulmones. Puede que encuentres resquicios de lo que era. Hace ya tiempo que dejé de ser. Me atravesaron las palabras. Se quedó corto el aire que antes respiraba de ti, y tu mirada dejó de aparecer cada tarde de domingo. Qué bien canta el silencio, cómo llora la lluvia. A ti te gustaba la lluvia, yo siempre la odié, hasta que te fuiste. Odio que a veces no sea suficiente conmigo. Desaparece. Tu mirada me hace daño. Aléjate, aléjate de mis esperanzas, de mis pensamientos y de mis recuerdos.





Sigo soñando contigo.

viernes, 12 de junio de 2009

Tú.

Y entraste. Tanteaste. Me descubriste. Creí que te había descubierto. Paseamos. El banco. Hablar y hablar. Cogiste mi mano. Paseamos. Me besaste. Reías. Sonreías. Me hacías reír. Me hacías sonreír. Te mostré mi capa y mi fondo. Te enseñé mi mundo. Me enseñaste el tuyo. Me besabas. Acércate. Lloraba. Miedo. Miedo a perderte. Hoy no puedo. Fuimos al cine. Frío. Más frío. Lluvia. Cartas. Miradas sin mirar. Aprendí de ti. No tengas miedo. "Hasta que te canses de mi". Gritos. Cambiabas de opinión. Me perdía. Siempre tarde. ¿Llevas mucho tiempo esperando?. Lo hacía por no esperarte sola. No era consciente de que aquellos minutos eran menos tiempo junto a tí. Llegar tarde es una forma de perder tiempo. Te quise. La más pura felicidad. Me sentía completa. Destellos de luz. Invierno. Sonreía. Frío. Paseabamos. Sujetame. Aparentabas. Tus dos caras y media. Y yo qué sabía si tus ojos no decían la verdad. Miedo. Esta vez sí. Me besabas. Diferente. Como a objeto. Te besé. Silencio. Te quería. Cuántas veces te quería. Te abracé. Sinsentido. Hablar. No hacerlo. Lejos. Donde siempre. Aquella esquina. Apoyado en aquel coche. Rojo. Me besabas. Como a objeto. Doblé la esquina. Esta vez sí. No te vallas. Lloraste. Lloraba. No dejé de llorar. Seguiste con tu vida. "Volviste". Concierto. Te acercabas. Juntos. Felicidad. Parecía que por un instante sonreía y no era de amargura. Recordaba. Te sentía cerca. Tan cerca...Estabas ahí. Tú. Me susurrabas al oído. Qué importaban los demás. Y lo supe. Lloré. No dejaba de llorar. Mentiras. Nada. Vacío. Silencio y soledad. Nunca estuviste tan lejos. Sinsentido. No te vallas. Ya no estás. Ya no has vuelto. No me mientas. Te echo de menos. Siempre fue una batalla perdida. Te echo tanto de menos. Obsesión. No estás. No estás. No estás. Ha pasado tanto tiempo...